Más allá. La asombrosa historia del primer humano que viajó al espacio. Por Stephen Walker. Capitán Swing Libros (9 de octubre de 2023). 629 páginas.
Hoy sabemos, o podemos averiguarlo rápidamente en la Wikipedia, que el 12 de abril de 19612 Yuri Gagarin se convertía en el primer ser humano en salir al espacio. Lo hizo a bordo de una cápsula Vostok 3KA que a su vez fue lanzada por un cohete Vostok-K. Tras orbitar la Tierra una vez Gagarin aterrizó sano y salvo en las proximidades de Engels 106 minutos después de su lanzamiento.
La Unión Soviética utilizó el éxito de su misión como una herramienta de propaganda para ensalzar las virtudes del país y del comunismo así como, de paso, para vapulear a los Estados Unidos, su competencia en la carrera por poner a la primera persona en el espacio, y a la que ganaban con el lanzamiento de Gagarin.
Fue una derrota especialmente dura para los Estados Unidos porque, de no haber sido tan pusilánime la administración Kennedy –sí, esa que luego decidió enviar un hombre a la Luna– y Wernher von Braun, el responsable del desarrollo de sus cohetes, la primera persona en salir al espacio podría haber sido Alan Shepard. Y es que el 24 de marzo de ese mismo año la NASA lanzó la misión Mercury Redstone BD en la que un simulador de una cápsula Mercury hizo un vuelo perfecto, vuelo que Shepard luchó denodadamente por convertir en un vuelo tripulado con él a bordo.
Es cierto que el vuelo de esa cápsula simulada y luego la que llevó a bordo a Shepard el 5 de mayo fueron vuelos suborbitales mientras que Gagarin entró en órbita. Pero a la hora de la verdad esa distinción habría perdido importancia y habrían sido los Estados Unidos los primeros en poner una persona en el espacio si aquel 24 de marzo se hubieran atrevido a lanzar a Shepard.
Claro que entonces, a lo mejor, el programa Apolo no habría recibido el impulso que decidió darle el presidente Kennedy tras el vuelo de Gagarin.
Vuelo que, con el tiempo, se fue sabiendo que tuvo muchos problemas por mucho que la URSS lo vendiera como un gran éxito. De hecho Gagarin tuvo problemas hasta en el descenso en paracaídas tras haber sido eyectado de su cápsula. Y es que muchas cosas en la cápsula y en el cohete que lo lanzaron estaban cogidas por los pelos y funcionaron mal. Había, de hecho, quien, en el momento del lanzamiento, calculaba que tenía más probabilidades de morir que de sobrevivir.
Este libro, extraordinariamente bien documentado y lleno de detalles, recoge la historia de cómo fue la carrera por poner a la primera persona en el espacio, alternando la acción entre los Estados Unidos y la URSS según se iban produciendo avances o retrocesos, según se iban tomando decisiones más o menos acertadas, y según avanzaba el desarrollo de los cohetes y las cápsulas necesarias para llevar a cabo la misión.
Además, está muy bien escrito. Tanto que, por mucho que sepamos el resultado final, consigue hacer emocionantes los lanzamientos, en especial del de Gagarin.
De lo mejorcito que he leído últimamente. Muy, muy, muy recomendado.
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