Por @Alvy — 17 de septiembre de 2008

3 estrellas: está bien pero podría estar mejor editado, con más fotos Mike Oldfield: ChangelingChangeling: The Autobiography of Mike Oldfield. 2007. Inglés. 272 páginas. Virgin Books.

Me encantó encotrarme este libro por casualidad en una librería de aeropuerto, por lo inesperado, y luego leerlo por la cantidad de detalles interesantes que contiene. Para alguien que como yo admire a Mike Oldfield como uno de sus artistas musicales favoritos -y me consta que hay unos cuantos entre los lectores de Microsiervos- es un libro absolutamente obligado. La edición podría ser mejor, podría tener más fotos y ser un poco más uniforme en el desarrollo, porque es muy detallado al principio pero parece casi acabado con prisas. En en cualquier caso, es la única forma de conocer de primera mano qué había relamente detrás de todas sus maravillosas obras musicales de las últimas décadas.

El libro es autobiografía de un artista hecho a sí mismo. Nació en Reading, Inglaterra, en 1953. Descubrió su talento por la música por encima de cualquier otra cosa o interés; tuvo una infancia difícil, careció de educación musical formal, se independizó muy pronto y tras tocar con algunos grupos y bandas folk llegó al éxito casi por casualidad. Antes de ese primer éxito vivía literalmente de prestado y su situación económica era totalmente precaria.

Tubular Bells (1973) fue su ópera prima, un álbum que se convirtió en estandarte del rock progresivo. Con sólo 19 años y tras haber grabado una precaria maqueta que paseó lastimosamente por todas las discográficas consiguió finalmente un superventas que perduró años y años; fue incluso usado como banda sonora de El Exorcista al poco de su lanzamiento. Tuvo que sobrellevar la fama como buenamente pudo, gestionar sus finanzas ante una discográfica voraz (la recién nacia Virgin Records del magnate Richard Branson) y desatendió lo mundano porque prefería concentrarse en la música que quería componer, que era lo que realmente le apasionaba.

Su carácter en cierto modo antisocial le hacía encerrarse en la música como escapatoria, donde era completamente feliz (un problema de pánicos y fobias acrecentaba en él esta situación). Creó nuevas obras instrumentales, new age y con el paso de los años publicó algunos álbumes más convencionales de rock, con muchos singles de éxito, aunque siempre prefirió lo instrumental, su visión moderna de la música clásica. Varias veces innovó en terrenos como la música experimental, ciertos estilos hasta entones poco populares o los CDs «interactivos» (Songs of the Distant Earth fue el primer CD que contuvo «algo más que música», una juego para PC).

El libro es ciertamente autobiográfico en el sentido de que de primera mano transmite sus sensaciones y sentimientos a lo largo de cada etapa de su vida; tiene muchos detalles curiosos sobre la primera época, su juventud y especialmente antes de Tubular Bells, pero va disolviéndose y siendo más nebuloso hacia el final, donde sus obras pasan unas tras otras apenas mencionadas, tal vez demasiado rápido.

Estas son algunas de las cosas que desconocía sobre él que y me resultaron especialmente curiosas dentro de las miles que se cuentan en el libro:

  • En su juventud experimentó con diversas drogas como era común en la época, incluyendo el LSD, que dice que le «abrió una puerta a una percepción especial» que dice que inspiró sin duda alguna gran parte de su talento musical y sus obras, especialmente Tubular Bells...
  • ... pero esa misma puerta del LSD hizo algo en su cerebro que también «abrió» una serie de pánicos y fobias que le persiguieron durante muchos años: aviofobia, claustrofobia, agorafobia y ataques de pánicos repentinos. Cuenta que incluso tenía ataques de pánico cuando sonaba el teléfono de su casa. Abandonó el LSD de raíz.
  • Una solución ante todas esas fobias fue el alcohol; pero aunque le servía para aliviar malos momentos reconoce que acabó pasándole factura y que tuvo que recibir tratamiento varias veces para escapar de la enfermedad.
  • Aunque padeció aviofobia y no podía subirse a un avión sin unos lingotazos previos, acabó sacándose la licencia y pilotando su propia avioneta e incluso después un jet privado. Su peor experiencia con un avión, un pa' habernos matao de alto grado, inspiró Five Miles Out, uno de sus grandes éxitos. La portada del disco muestra «la luz al final del tunel» (los cumulonimbos, más exactamente) las tras la pesadilla que vivieron.
  • Superó todos sus pánicos y luego su adicción al alcohol tras un «seminario» en el que se le reveló el lado espiritual del mundo y de su propio yo, algo que le permitió conocerse mejor a sí mismo y de lo que habla con gran profusión en el libro, con cierto misticismo y desde la humildad y el misterio. Algunas de sus obras como Incantations y Discovery reflejan esas épocas.
  • Vivió en Ibiza, Suiza y otros lugares fuera de Inglaterra principalmente para evadir impuestos como reconoce en el libro. Muchos de esos sitios le sirvieron de gran inspiración (especialmente Ibiza) pero no pisar suelo de la corona británica durante un año completo era al parecer era la única forma de librarse del fisco, que según cuenta es terrible en Grab Bretaña.

Y respecto a las curiosidades de trivia sobre su obra...

  • Tubular Bells se iba a llamar originalmente Opus One por ser su primera obra. Lejos de estar previsto, encontraron unas campanas tubulares casi por casualidad mientras grababan (eran de unos músicos que habían actuado antes); las añadió a la obra, quedaron bien y al final resultaron sugerentes como título definitivo del álbum.
  • Tubular Bells contiene unos 1000 segmentos de música instrumental grabados de forma independiente, que tuvieron que ser mezclados y remezclados artesanalmente para encajar en las primitivas 16 pistas que se usaban en la época.
  • QE2, otro de sus álbumes, significa Queen Elizabeth II, en honor al barco trasatlántico del mismo nombre. Cierto sonido de la obra recuerda a la sirena de un trasantlántico; consideró ponerle Titanic pero pensó que tal vez podría marcar el hundimiento de ventas del álbum, así que eligió un barco con menos... problemas de flotabilidad.
  • Una de las primeras cosas que hizo cuando ganó dinero fue comprar su propio estudio de sonido y montaje; de forma autodidacta llegó a dominar todas las técnicas de grabación y edición, siempre estuvo a la vanguardia de la nueva tecnología al respecto y sigue siendo beta-tester de gran parte del software para creación musical que se edita hoy en día.
  • Mike Oldfield no sabía cantar, pero decidió que debía hacerlo algún día y con una profesora de canto practicó varios meses hasta poder grabar algo decente. Eso fue Heaven's Open (1991) dentro del álbum del mismo título.
  • Tampoco sabía escribir notación musical convencional, sino que usaba unos esquemas de tiempos y notas propios para guardar lo que pasaba por su cabeza. Tuvo que aprender el metodo clásico para hacer la «conversión» para otros músicos, cuando decidieron publicar y hacer conciertos con versiones para orquesta de algunas de sus obras instrumentales.
  • Hergest Ridge además del nombre de su segundo álbum era el nombre de la colina en que estaba su casa en aquella época. En la foto de la portada se ve a su perro y un avión de aeromodelismo, a los que es muy aficionado.
  • Algunas de las secuencias de guitarras y otros instrumentos en sus obras están grabadas a mitad de velocidad, de modo que al reproducirlas a velocidad normal suenen espectacularmente rápidas (por ej. las mandolinas de Tubular Bells). Es una técnica que dista de ser trivial aun siendo un virtuoso de esos instrumentos, pero Oldfield consiguió dominarla al poco de conocerla.
  • Para la segunda parte de Ommadawn tuvo la idea de un «muro de guitarras», con literalmente cientos de ellas. Debido a las limitaciones, grababa ocho pistas, las reducía a una, volvía a grabar otras ocho, cuando tenía ocho grupos las volvía a mezclar, así una y otra vez. El resultado contiene 1984 fragmentos de guitarras en total. Por cierto que Ommadawn significa «idiota» en galélico (amadán).

Una curiosidad final es que los derechos originales de Tubular Bells los cedió por 35 años a la discográfica, por lo que en el libro menciona que está emocionado con que vuelvan a él justamente ahora, en 2008.

{ Esta anotación queda licenciada bajo GFDL }

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