Por @Wicho — 20 de agosto de 2015

Portico por Frederik Pohl

5 estrellas: una apasionante historia Pórtico. Fredrik Pohl. B de Books. 376 páginas.

En el futuro la humanidad está expandiéndose por el sistema solar y ha encontrado un asteroide que contiene en su interior una base alienígena bautizada como Pórtico.

Esta contiene artefactos y naves dejados atrás por sus constructores, conocidos como Heechee.

Algunos de los artefactos se pueden utilizar, aunque quizás no para lo que sus creadores pensaban; otros, no tenemos ni idea de para que sirven.

Pero, con mucho, lo más intrigante que hay en Pórtico son las casi mil naves que hay allí.

La Corporación del Pórtico sabe como ponerlas en marcha, pero nadie sabe cómo leer su destino en los controles.

A lo largo del tiempo numerosos prospectores se han subido a ellas y las han puesto en marcha, con la esperanza de localizar en el destino algo interesante como otra base Heechee, un mundo habitable…

Aunque muy a menudo las naves desaparecen para no volver o para hacerlo con sus tripulantes muertos de inanición al ser el vuelo demasiado largo para los suministros que se pueden cargar en ellas.

Eso sí, los que descubren algo interesante pueden forrarse de por vida con la recompensa que les de la Corporación.

Robinette Broadhead es un minero de comida extremadamente pobre que un día gana en la lotería la cantidad suficiente de dinero como para comprar un billete sólo de ida a Pórtico.

Una vez allí no acaba de atreverse a meterse en una de las naves, aunque al final, dado lo que le cobran cada día por vivir en Pórtico acaba por partir en una misión con la que no consigue nada, una segunda en la que la lía parda, y una tercera en la que…

Pórtico es ciencia ficción de la buena, de esa en la que los cacharros y los extraterrestres –que aquí ni aparecen– no importan sino que lo que importa es cómo reaccionan los humanos ante el contacto con otra tecnología, con otras mentes.

De hecho Pórtico ganó el premio Nebula de 1977 y los premios Hugo, Locus y John W. Campbell Memorial de 1978 a la mejor novela.

Es uno de esos clásicos que no sólo no puedes dejar pasar, incluso aunque no te guste la ciencia ficción, sino que es de aquellos que vuelves a leer de vez en cuando.

No puedo decir lo mismo de sus secuelas, Tras el incierto horizonte, El encuentro, Los anales de los heechee, y Los exploradores del Pórtico, que si bien se dejan leer, ni de lejos tienen la calidad de la primera.

Por cierto que los responsables de Battlestar Galactica y Falling Skies están desarrollando una serie de televisión basada en Pórtico. Habrá que darle una oportunidad.

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