Starship Summer. Eric Brown.
David Conway, huyendo de un pasado traumático en la Tierra, decide emigrar al planeta Chalcedony, donde hay un enorme pilar dorado construido no se sabe por quién ni para qué pero que muchos grupos religiosos adoran por distintos motivos.
Cuando llega allí decide instalarse en una vieja nave abandonada que encuentra en un desguace y que resulta que –oh, sorpresa– nadie en todos los años que la nave llevaba allí se había dado cuenta de que la había fabricado una especie alienígena desconocida.
Claro que David descubre esto porque una especie de inteligencia artificial que está en los sistemas de la nave se pone en contacto con él una vez que la enchufan de nuevo a la corriente y el holograma que utiliza para ello no pertenece a ninguna especie conocida.
David, además, se hace amigo en Chalcedony de un grupito de gente que, curiosamente, posee el conjunto de habilidades necesarias para acabar de entender lo que le quiere decir la nave y para ponerla en marcha y cumplir su misión, algo que supondrá una verdadera revolución.
Y blah blah blah, así una «casualidad» tras otra.
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