The Infinite Book: A Short Guide to the Boundless, Timeless and Endless. John D. Barrow. 330 páginas. Inglés.
Este curioso libro está dedicado a todos los aspectos del infinito, algo que en cierto modo ha convivido de forma cotidiana entre nosotros siendo estudiado por filósofos, matemáticos, cosmólogos y físicos. El infinito se reduce a veces a utilizar el símbolo ∞ como resultado de algunos cálculos, pero sobre él hay a veces más interrogantes que respuestas. ¿Existe realmente o es puramente una invención práctica? En esta obra el matemático de la Universidad de Cambridge John D. Barrow repasa prácticamente todas las apariciones del infinito en los más diversos ámbitos.
El libro hace un recorrido histórico para entender cómo el concepto de «infinito» fue tratado en cada época: estudiado, rechazado, analizado minuciosamente, abominado por muchos. A pesar de surgir de forma natural con solo enumerar hasta el fin la lista de números naturales (1, 2, 3... ∞) siempre fue un concepto esquivo. Durante siglos se rechazó, si bien había filósofos que lo contemplaban para ciertas cuestiones, mas no para todas. Matemáticamente, hasta el siglo XIX no se entendió en profundidad, gracias al trabajo del rebelde George Cantor que demostró la infinidad de infinitos y algunas de sus propiedades, haciéndolos más manejables y asequibles. En el libro también se explican algunas de las tradicionales paradojas matemáticas sobre el infinito y decenas de curiosidades, como el hecho de que todos los números estén contenidos en los infinitos decimales de Pi, los monos que aporrean máquinas de escribir de forma infinita y son capaces de reproducir las obras Shakespere o las innumerables referencias en la literatura, como por ejemplo la clásica Biblioteca de Babel de Borges.
La parte dedicada a la física y cosmología aplica las ideas del infinito a las leyes que gobieran el mundo: ¿Es el universo realmente infinito? ¿Es el tiempo infinito? ¿Existe algo infinitamente caliente, infinitamente denso o eterno? A cada cuestión le dedica una explicación y las diversas teorías o consecuenciass que tendría todo ello. Por ejemplo: si el universo fuera realmente infinito y contuviera una cantidad infinita de materia, existirían copias indénticas de todos nosotros en algún lugar, incluso copias completas del planeta Tierra y hasta de nuestra región observable del Universo con todo detalle. Lo mismo sucedería si el Universo fuera infinito en el tiempo o eterno: cualquier evento que fuera posible según las leyes de la física con una probabilidad mayor que cero (aunque fuera ínfima) habría de producirse: de hecho se produciría infinitas veces y sería infinitamente frecuente.
Todo eso además tendría extrañas conclusiones éticas particularmente incompatibles con la mayor parte de las creecias religiosas. Los físicos tienen teorías alternativas para explicar por qué el universo podría parecer infinito sin serlo realmente (más bien inabarcable) y tienen acotada la cantidad de materia que existe y el tiempo que lleva existiendo y existirá, si bien tampoco está claro si el final será una destrucción completa (big crunch), un eterno enfriamiento ni si existen otros universos paralelos (tal vez muchos, tal vez infinitos) en cierto modo inalcanzables, pero que están ahí.
Otras ideas curiosas que explora el libro son las de los ordenadores infinitamente poderosos, que pueden realizar cálculos infinitos, la vida infinita o inmortalidad, la eternidad y los viajes en el tiempo y cómo se ha analizzado todo esto a lo largo de la historia. The Infinite Book es realmente un viaje fascinante a la cuestión más grande sobre la que puede pensar el ser humano.