Desde hace muchos años las industrias alimentaria y cosmética han estado mintiendo descaradamente al ciudadano con el único objetivo de enriquecerse. Si a esto se une que como herramienta de engaño […] utilizan la ciencia, uno de los mayores valores que tiene la humanidad, la gravedad de los hechos es aún mayor. Vamos a comprar mentiras […] quiere ser un puñetazo en la mesa con el que denunciar […] los abusos que está sufriendo el ciudadano y que no sólo tienen repercusión en su bolsillo, sino también en algo más importante: su salud.
Vamos a comprar mentiras: alimentos y cosméticos desmontados por la ciencia. José Manuel López Nicolás. Cálamo, 2016. 368 páginas.
Jose lleva desde 2011 dando caña en su blog, Scientia, a todo tipo de empresas e instituciones que usan publicidad engañosa para intentar colocarnos alimentos y productos cosméticos que no hacen lo que la caja parece indicar.
Para preocupación de los que hemos llegado a conocerle y a quererle no se corta ni un pelo al repartir estopa, ya sea contra grandes multinacionales, ya sea contra respetadas instituciones que a veces participan en campañas un poco cogidas por los pelos o que dejan que se asocie su nombre a productos y afirmaciones engañosas.
Y este libro no hace más que recoger en un formato más tradicional y por ello con más pegada para el público general estos años de lucha incesante, aunque es un libro perfectamente fiel al estilo del autor. Tanto que durante mucho tiempo, tras leer el borrador, creí que nunca vería la luz.
Pero gracias a Cálamo ahora todo el mundo puede disfrutar de este texto.
Comienza por explicar claramente qué son los alimentos funcionales y qué cabría esperar de ellos para luego ir desgranando en nueve capítulos sobre este tipo de alimentos las trampas que nos hacen, en especial con la estrategia del asterisco. Estos nueve capítulos incluyen uno en el que explica lo que son los tan denostados aditivos y otro dedicado a la responsabilidad de medios de comunicación e instituciones que deberían saber mejor lo que hacen. O no.
Revidox, «obtenido bajo exclusivo procedimiento patentado por el CSIC», «ayuda a ralentizar el envejecimiento celular». O no.
Y también da palmadas en la espalda a quien se las merece, aunque esto sea más bien la excepción que la norma.
A los capítulos sobre alimentos funcionales les sigue uno dedicado a los zascas correspondientes a las pastillas para adelgazar que sirve como puente con otros cuatro capítulos dedicados al proceloso mundo de la cosmética, gracias al que si todo fuera tan de color de rosa como nos lo pinta su publicidad a todos nos dolería la cara de ser tan guapos.
Termina la faena con una guía sobre cómo evitar el fraude en cinco cómodos pasos, muy útil para aprendérsela y aplicarla a la hora de ir a hacer la compra, y con un capítulo dedicado a «los siete pecado(res) capitales del fraude» en los que estamos incluidos todos nosotros como consumidores.
Como él mismo dice en el epílogo, no se trata de protestar por las «[…] triquiñuelas empresariales, estrategias de marketing o pequeñas trampas que afectan solamente a nuestro bolsillo. Estamos hablando de nuestra salud y de la de nuestros hijos».
Sé que Jose por su hija ma–ta; sé que yo por los míos haría lo propio, pero recomiendo la lectura de este libro a todo el mundo, no sólo a los que somos padres. Es un tema muy serio y ya es hora de que seamos capaces de ir a la compra bien informados y de que gastemos nuestros cuartos como queramos, pero siempre con plena conciencia de lo que hacemos, y sobre todo, de que no nos juguemos la salud en ello.