Por @Wicho — 13 de febrero de 2006

Portada ZigZagZigzag. José Carlos Somoza. Plaza & Janés Editores, S.A. ISBN: 8401335809. Español.

Muchos matarían por ver el futuro. Otros morirán por ver el pasado.

En septiembre de 2005 un grupo de físicos dirigidos por el español David Blanes consigue poner en funcionamiento un método que les permite ver el pasado gracias a una extensión de la teoría de cuerdas llamada teoría de la secuoya desarrollada por el propio Blanes.

Diez años después aquel experimento se ha convertido en una pesadilla que ha acabado, en algunos casos literalmente, con sus vidas y que los persigue estén donde estén.

Estuve a punto de dejar este libro antes de acabar el capítulo 1 porque estaba pareciéndome malo de solemnidad y lleno de tópicos nada más empezar con la presentación de Elisa Robledo, la protagonista, que está buenísima, es inteligentísima y tiene un compañero de trabajo/amigo que parece estar platónicamente enamorado de ella, y la pesada insistencia de que en seis minutos su vida se pondrá patas arriba, lo que menciona el pesado del narrador qué se yo cuantas veces, como si el lector fuera tonto de remate.

Cuando allá por el capítulo 2 o principios del 3 los pechos de la intrépida heroína habían sido mencionados ya varias veces sin aportar demasiado a trama la cosa no tenía pinta de mejorar en absoluto…

Ojo que siguen spoilers.

Pero me fastidia enormemente dejar un libro sin terminar, así que seguí adelante, y en efecto la cosa fue de peor en peor, cayendo en muchos -y no todos porque no le caben- de los tópicos de las películas y libros de terror y ciencia ficción.

Tenemos a los brillantes científicos que en aras de la búsqueda de la verdad destapan una especie de caja de Pandora a pesar de los sabios consejos del anciano mentor de uno de ellos que les conmina a no seguir adelante.

Tenemos al monstruo incontrolable y todopoderoso que va acabando con ellos, vejaciones sexuales de por medio incluidas, y con cuyo control se quiere hacer la perversa corporación que financió los experimentos.

Como no podía ser de otro modo los protagonistas no se enteran de nada hasta el final de, cuando ya es demasiado tarde, o no… porque por supuesto no puede faltar tampoco un final ambiguo, claro.

Para que te hagas una idea, esta novela se convierte enseguida en una especie de mezcla del monstruo de Frankenstein con Alien, Aliens, Pesadilla en Elm Street, una buena dosis de Planeta Prohibido y algunas pizcas de Horizonte Final. Y seguro que me dejo alguna.

Zigzag me recordó mucho a las novelitas de ciencia ficción o terror de a duro de hace veinte años, contra las que no tengo nada y de las que en su momento disfruté como un enano, pero lo cierto es que esperaba bastante más calidad, en especial teniendo en cuenta que el libro no cuesta precisamente un duro.

Aún así, reconozco que me lo leí en un par de días.

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar