Unos científicos de la Universitat Jaume I de Castellón publicaron este verano en Sensors un trabajo titulado Promoting Pollution-Free Routes in Smart Cities Using Air Quality Sensor Networks. La idea es sencilla: ofrecer en el navegador del coche formas de ir de un lado a otro minimizando la contaminación presente en esas rutas.
La forma de hacerlo es utilizando los estudios de calidad del aire ya existentes y los indicadores históricos de índices de calidad del aire (como el Portal de calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid) donde se publica esa información obtenida por los sensores repartidos por la ciudad en forma de datos abiertos que cualquiera puede consultar.
Para la prueba de concepto utilizaron la ciudad de Madrid y consideraron los valores de diversos tipos de mediciones (en particular las famosas «partículas en suspensión» PM2.5, PM10, dióxido de nitrógeno y ozono) con datos históricos de algunos meses de 2017 en horario diurnas. Para los mapas utilizaron ArcGIS; como puede verse en el ejemplo se superponen colores verde/amarillo/rojo a los mapas convencionales.
De ese modo la ruta para ir de A a B acaba no siendo todo lo «directa» que sería en un navegador convencional, requiriendo rodeos, pero lleva a quien lo usa por zonas con el aire menos contaminado, ya sea a la hora de ir en coche, bicicleta o andando.