A raíz de la nota del otro día sobre los bimestres de 60 días nos escribió Iurgi para contarnos su experiencia «desde dentro» del mundo de la banca. Esta historia es de hace unos años, y confiando en que lo que cuenta es cierto, es toda una muestra de cómo tratan (o trataban) a veces algunos bancos a sus clientes:
El Banco de España (…) acepta el cálculo anual de días en un año como 360 ó 365 indistintamente, denominándolos años comerciales o naturales (…) Algunas almas desalmadas del mundo de la banca se dedicaron a cambiar los sistemas de cálculos de intereses para utilizar numeradores y denominadores en bases distintas. Esto sucedió en varios bancos y cajas en España que yo sepa.
Para los depositos algunos bancos teníamos 360/365 y para los prestamos 365/360, aparte de otras «triquiñuelas» más. Era algo «totalmente legal» hasta que el ministro de economía Sr. Rato nos cazó de marrón y cambiaron la ley, permitiendo seguir utilizando años naturales o mercantiles, pero siempre igual tanto en denominador como numerador.
No me extrañaría nada que alguna caja lo siga haciendo aún del otro modo, así que lo mejor es ponerse a revisar los cálculos de las imposiciones a plazo fijo y demás y los de los créditos.
En otras palabras: lo que hacían estos bancos es calcular como si un año tuviera 360 días de cara a pagar los intereses, pero usaban 365 días de cara a cobrar los intereses. Muy ingenioso, apenas detectable y una diferencia a favor de la banca (nunca mejor dicho) de casi el 1,5 por ciento más o menos.