Por @Alvy — 13 de noviembre de 2007

El Tribunal Constitucional español tiene que decidir sobre la constitucionalidad de su propia reforma, cuentan en iAbogado.com. En una doble pirueta además resulta que

(…) al suceder esto, han llovido las recusaciones de magistrados por diversos motivos. La cosa ha llegado a tal extremo que el presidente en funciones, Vicente Conde, ha consultado a los magistrados su opinión sobre la viabilidad de convocar un Pleno de los diez magistrados para examinar las cinco recusaciones que deben ser resueltas. Si se llegara a celebrar, cinco de ellos, ¡enjuiciarían sus propias recusaciones!

Esto me recordó una anécdota sobre la lógica de los sistemas legales que cuentan del matemático Kurt Gödel y que leí en su deliciosa mini-biografía La mente más maravillosa del siglo XX.

Resulta que en 1948 Gödel solicitó la ciudadanía norteamericana, y entonces

Siendo alguien que se tomaba las cosas realmente en serio, aunque se pudiera tratar de meras formalidades, decidió estudiar en detalle la Constitución de los EE.UU. para su examen de nacionalización. El día antes del mismo llamó a Oskar Morgenstern -brillante matemático de origen alemán, padre de la Teoría de Juegos- muy nervioso: había descubierto una inconsistencia lógica en la Constitución por la que se podía instaurar una dictadura en los EE.UU. Morgenstern intentó calmarle, temeroso de las consecuencias que un comentario sobre eso podría tener sobre sus posibilidades de nacionalizarse.

Al día siguiente el propio Morgenstern y Einstein acompañaron a Gödel, intentando distraerle para que olvidara el asunto. El juez Philip Forman, impresionado por el dúo de genios que hacían de padrinos les permitió quedarse durante el examen. En el desarrollo del mismo le pregunto a Gödel

– Vd. tenía la nacionalidad alemana hasta ahora, ¿no?
- Austriaca –le corrigió Gödel–
– Es igual –prosiguió el juez- aquello fue durante una horrible dictadura, pero afortunadamente eso no puede pasar aquí
– ¡De ninguna manera, yo puedo demostrarle que sí!

afirmó Gödel, que comenzó a explicarle el mecanismo que había descubierto.

Afortunadamente, el juez Forman le interrumpió y entre Einstein y Morgenstern consiguieron calmar a Gödel, que poco más tarde juraría su nueva nacionalidad.

Es aún un misterio qué fue lo que Gödel había descubierto. Algunos expertos apuntan que podría tratarse del Artículo V que describe cómo se cambia la Constitución, pero no pone límites en dichos cambios, aunque es difícil creer que fuera algo tan relativamente simple lo que hubiera llamado la atención de Gödel.

Por suerte tras algunos comentarios de Einstein y Morgenstein con el juez, Gödel pudo obtener la ciudadanía sin mayores problemas.

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