Todavía hay gente quejándose del apagón analógico de la televisión, de las antenas de las comunidades de los vecinos , de la constante resintonización de canales cuando… una noticia salvaje aparece:
Al parecer el cambio tiene que ver con «liberar el espacio radioeléctrico necesario para permitir la llegada de tecnologías de telefonía de 4G», es decir, cuestiones técnicas apasionantes para los frikis del espectro radioeléctrico, pero que al usuario de a pie le importan un comino. En cualquier caso, va a acabar pagando de nuevo por el cambio, le guste o no. Alguien dijo ¿déjà vu?
Definitivamente: ser antenista es la profesión del futuro.