Por @Alvy — 5 de marzo de 2007

Mirando el otro día cosas del eclipse llegué hasta la página de Madrid en TimeAndDate.com que es el recurso más útil que conozco para confirmar las horas locales en todas partes del mundo y los temas del UTC/GMT y todo eso. Allí vi que el próximo domingo 25 de marzo (dentro de tres fines de semana) se cambia al horario de verano en España en 2007.

Siempre que sucede lo del cambio de hora tengo que pensar dos veces si hay que añadir o quitar una hora. Entonces rememoro cuando hace muchos, muchos años concidió un cambio de horario nocturno con un viaje que hacía en tren volviendo de Informat (la feria informática de Barcelona). El tren hizo una parada completa de una hora cerca de Zaragoza. Como sí que recuerdo que Informat se celebraba hacia septiembre/octubre deduzco entonces que al final del verano es cuando se añade una hora (día de 25 horas, retrasando el reloj) y por tanto al final del invierno es cuando se resta una hora al día (día de 23 horas, adelantando el reloj), como sucederá dentro de unas semanas. A las dos de la madrugada hay que adelantar una hora hasta las tres, de modo que ese día tiene 23 horas en vez de 24.

Sobre el tema de los trenes, se ve que para no fastidiar los meticulosos horarios ferroviarios lo que hacen cuando hay que añadir una hora es usar la solución de baja tecnología más práctica posible: todos los trenes se quedan parados una hora completa en la estación más cercana, perdiendo la hora añadida artificialmente. No tengo ni idea de lo que sucede cuando tienen que ganar una hora, imagino que llegan todos con retraso, de modo que habrán de cambiar los horarios de ese día. Tampoco estoy seguro de si eso de la parada es una norma general o una solución puntual, pero me pareció curioso.

Hablando de trenes, el otro día estuve por primera vez en el Museo del Ferrocarril de la antigua estación de Delicias en Madrid, y me encantó. Actualización: He subido las fotos del Museo del Ferrocarril a Flickr).

Actualización: José Felipe de A pescar chamarucas nos envió una buena explicación sobre por qué el cambio horario afecta relativamente poco a los trenes y por qué aunque se pierda una hora llegan a tiempo a su destino:


En España el cambio de hora no suele tener consecuencias importantes en el mundo ferroviario, lo mismo que en muchos otros aspectos, percisamente por la hora a la que se realiza (en la que casi todos estamos planchando la oreja). Sólo afecta de cara al pasajero a los pocos trenes nocturnos «estrella» y a los cada vez más habituales «trenes hotel». Estos trenes viajan con colchones horarios por lo general muy amplios al estar pensados para llegar a primera hora de la mañana a destino; normalmente suelen estar programadas varias paradas de duración bastante larga en todos los trayectos a lo largo de la noche, (algo impensable en un tren diurno actual) por lo que es fácil ajustar el horario en los días de cambio de hora: si hay que parar más se hace (como te pasó a ti) y si hay que cancelar un par de paradas técnicas, se cancelan, además de que no suelen estar grafiados apurando velocidades máximas de materiales y tramos, por lo que por ahí también se puede ganar tiempo en casos de necesitarlo. Al final de la noche, con cambio horario y todo, el estrella o tren hotel, llega a su destino generalmente a la hora prevista (dentro de lo que cabe, claro).

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