En 50 años quizá oigamos a la gente decir: «mira esa pobre persona, tiene que permanecer inconsciente ocho horas al día».
En Motherboard explican cómo puede ser a medio plazo un futuro ligeramente distópico en el que parte de la humanidad pueda dormir poco mientras el resto ha de dormir las ocho horas habituales para poder ser igual de «eficientes» durante el día: Sleep Tech Will Widen the Gap Between the Rich and the Poor.
Y es que del mismo modo que hoy en día algunas personas tienen mejores condiciones de vida gracias a la alimentación, los fármacos o a «dispositivos externos» (desde unas simples gafas a gadgets más modernos), si en el futuro continúan los avances respecto al sueño cada vez necesitaríamos dormir menos – algo que podría provenir de la ayuda de fármacos y dispositivos electrónicos.
El resumen de este panorama es que algunas personas podrán necesitar dormir menos que otras sin sufrir ningún trastorno. Como consecuencia, también podrían trabajar más que otras y ser más eficientes en general; es algo que se ha estado experimentando entre los soldados para las situaciones extremas durante un conflicto, pero que podría ser trasladado a los civiles mediante fármacos, implantes cerebrales o dispositivos externos – una simple app de alarma para un «sueño inteligente» ya ayuda bastante, y es gratis.
El tema no va de atiborrarse a anfetaminas ni nada parecido, sino a algo mucho más tranquilo que se integraría de forma médicamente seguras en las vidas de la gente, del mismo modo que otros avances de los últimos siglos. De las vidas de algunos, en cualquier caso, lo que marcaría ese preocupante factor de desigualdad social.