Por @Alvy — 22 de diciembre de 2005
Cuando veas por la oficina la cesta con el jamón procedente de algún proveedor, recuerda la realidad subyacente:
Regalos de empresa - Los esquimales, que como están cerca de Papa Noel tienen que saber de esto, lo dicen muy claro en este refrán:
«Los regalos hacen esclavos como los latigazos hacen perros».
O al menos, así lo recoge el antropólogo Marvin Harris. Lo que subyace es la espera de reciprocidad. Dar regalos es algo ambiguo como intercambio económico en el sentido de que no se especifica la recompensa ni los plazos de ésta y se pretende que la decisión de su importe ha sido casual. Si el regalo unilateral o el desequilibrio en el intercambio se produce por afecto, probablemente no espere compensación fuera de éste, y es una simple demostración. Pero cuando el desequilibrio lo fuerza, por ejemplo, un proveedor que te envía en Navidad algo superior a las típicas botellas de vino... es sorprendente lo afectuosos que pueden llegar a ser algunos proveedores.
(Vía ESTRATEgA.com, la anotación original ya no existe)