Por @Alvy — 27 de septiembre de 2015

Al dibujar con un bolígrafo la pequeña esfera que hay en la punta –que es casi tan dura como el diamante– gira suavemente para repartir la tinta que recoge del interior en una finísima capa que es la que queda impregnada en la fibra del papel. Es una precioso baile combinado de metal, tinta y fibras que visto con el zoom y con calma es todo un espectáculo visual.

El vídeo es de la NRK, la televisión pública noruega.

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