Este instructivo vídeo de Science Channel, procedente de su programa Machines: How They Work utiliza infografías animadas en 3D en una especie de «efecto CSI» para explicar los intríngulis de algunas máquinas cotidianas. En este caso son las máquinas expendedoras, en concreto cómo funcionan los mecanismos para aceptar monedas.
Entre otros componentes, estos mecanismos incluyen:
- Sensores para medir el tamaño de las monedas
- Electroimanes para calcular el contenido de ciertos metales
- Organizador de monedas para reciclarlas como «cambio»
Tras pasar por las diversas pruebas de los sensores las monedas auténticas se organizan en columnas mediante unas ranuras en una rampa, donde aprovechando la ley de la gravedad quedan perfectamente ordenadas. Previamente una trampa con un mecanismo que se abre o se cierra según las pruebas anteriores actúa para devolver las monedas no válidas o dejarlas pasar si son auténticas.
En el vídeo también se explica cómo las máquinas modernas tienen sensores infrarrojos para detectar si los productos han caído del todo o no, de modo que sigan empujando con las barras espirales hasta que hayan caído del todo hasta la trampilla de salida.
¿Y cómo funcionan los mecanismos para aceptar billetes? Aquí el asunto es más complicado, pero el billete básicamente pasa mediante una cinta transportadora al interior de la máquina, donde es escaneado con rayos infrarrojos a unos 100 puntos por pulgada de resolución. A partir de ahí el software centra la imagen, se adapta al tamaño de los diversos billetes y procesa la imagen (por ejemplo buscando diversas versiones de la famosa constelación EURión o Anillos Omron), todo en menos de 3 segundos.
Los billetes válidos pasan directamente a una especie de sencilla caja fuerte, donde quedan perfectamente ordenados; también tienen un RFID para fácil identificación e incluso pueden enviar los datos de recaudación en tiempo real a un sistema de contabilidad.
Los billetes inválidos se escupen por la ranura por la que entraron, casi con desprecio, me atrevería a decir. Pero no tienen retorno porque no forman nunca parte del «cambio». Curiosamente algunos de estos mecanismos para aceptar billetes funcionarían con divisas de todos los países cuyos datos guardan en su memoria, aunque esto no suele ser necesario. Esa capacidad es de todos modos muy útil para aceptar billetes de diferentes valores e incluso las diferentes versiones de los billetes equivalentes.
Tras examinar unos 800.000 puntos de la imagen un «aceptador de billetes» tiene una efectividad del 99 por ciento «al primer intento».