Por @Alvy — 26 de octubre de 2018

He querido traer este ejemplo de una serie de vídeos preciosa que muestra el trabajo de los curadores del Museo Británico. Que conste que yo no era precisamente un fan del término curador: al parecer no está siquiera contemplado en el diccionario de la RAE aunque se usa habitualmente en prensa y especialmente en América, para referirse a

(…) profesionales cualificados técnica y creativamente que ejercen la labor de responsables de una exposición u otro tipo de actividades y eventos artísticos.

Pero después de ver el trabajo de estos curadores creo que por el cariño, experiencia y técnica que demuestran con los objetos que cuidan, catalogan y mantienen para la consulta y disfrute del público bien usada está la palabra. (Uno de estos curadores es el venerable Irvin Finkel, al que conocimos de una partida de Ur, el juego más antiguo del mundo.)

En este vídeo en concreto es Oliver Cooke, curador de horología (el «arte y ciencia de medir el tiempo», tampoco en el diccionario) quien explica el funcionamiento básico de los relojes antiguos, esos aparatos de baja tecnología (o alta tecnología para la época, todo depende de cómo se mire), que constan de cinco componentes básicos: energía, ruedas dentadas, mecanismos de escape, controlador e indicador.

En este otro vídeo –que es a través de donde descubrí el esta colección– tiene otra estupenda explicación de cómo funcionaba un reloj nocturno datado hacia 1675. Lo cual es toda una curiosidad, porque en aquella época leer la hora por la noche no era trivial: no había luz eléctrica y muchas veces no era fácil acercarse con una vela a un gigantesco reloj de pared.

La solución era un reloj como el que enseña, que tiene una lámpara de aceite en su interior. (Quizá por eso no quedan muchos: relojes de madera + aceite encendido dentro… Mmm.) El indicador deja ver la hora y los minutos que están recortados en una placa metálica. Pero el mecanismo para poder mostrar ambas cosas a la vez es tremendamente ingenioso y no es fácil de adivinar con solo verlo desde fuera. (En el vídeo se mantiene la intriga hasta 04:40, cuando se desvela).

La producción de todos estos vídeos es estupenda, incluyendo grafismo y detalles, y además están subtitulados. Pueden verse muchos más episodios de la misma colección, sobre globos celestes, astrolabios y libros antiquísimos en Curator’s Corner.

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