Por Nacho Palou — 30 de abril de 2014

En el vídeo se ve y se explica paso a paso el proceso para «transferir» una fotografía impresa con una impresora convencional de inyección de tinta en superficies como madera. Básicamente se imprime la imagen invertida (especialmente si tiene texto) sobre papel no poroso —que no absorba la tinta—, como por ejemplo el sobrente del papel adhesivo, el que resulta al utilizar etiquetas adhesivas.

Después, antes de que la tinta pueda secarse, se transfiere la imagen sobre la superficie a la que se quiere transferir. Dos cosas a tener en cuenta: «la imagen queda con los colores más apagados y las impresoras no impren el color blanco, de modo que todo lo que sea blanco en la imagen tendrá el color de la madera o de la superficie sobre la que se transfiera la imagen.» Por último se recubre con laca en espray para proteger la imagen.

Vía PetaPixel, Lifehacker.

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