No es que nos pille por sorpresa porque era un hecho relativamente bien conocido, pero ahora un artículo del New York Times confirma con más datos algo incómodo e inquietante: AT&T ayudó al gobierno estadounidense y a la NSA a espiar en Internet a escala masiva.
El problema de este tipo de interceptaciones es especialmente grave cuando se pasa de usarlas para una investigación puntual como algo excepcional y las debidas garantías a hacerse a escala masiva y de forma rutinaria. Tal y como se explicaba en libros como The Puzzle Palace o Body of Secrets estas entidades como la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) o el GCQH británico son como aspiradoras industriales que en colaboración con las grandes empresas de comunicaciones básicamente almacenan y guardan todo lo que pueden. (En el caso de la NSA es más grave para los ciudadanos estadounidenses porque se supone que es una agencia que solo debe espiar a extranjeros.)
En el artículo del New York Times se habla de «miles de millones de correos» y de que AT&T mostró en la última década «una predisposición extrema a colaborar», bajo el nombre en clave «Fairview ». Eso incluyó la interceptación de todo el tráfico internet del cuartel general de las Naciones Unidas con sede en Nueva York. Ahí es nada.
{Foto: NSA Cover (CC) EFF @ Flickr}