Por @Alvy — 5 de marzo de 2005
En mi último viaje a Barcelona alguien de allí me volvió a explicar la diferencia en las costumbres de los conductores de cada ciudad.
- En Barcelona los conductores arrancan un poco antes de que el semáforo se ponga en verde, pero se paran inmediatamente en cuanto está amarillo o rojo.
- En Madrid es al revés: los conductores se saltan por algunos segundos los semáforos en amarillo o recién puestos en rojo, pero nunca arrancan antes de que se pongan en verde.
- También Carol y Pablo (que estrenan blog, por cierto, ¡Felicidades!) contaban el otro día que en Valencia, como la ciudad es plana, la gente aparca sin poner el freno de mano, y con las ruedas rectas, con el objetivo de que si alguien necesita «más sitio» o tu coche «molesta» (¿segunda fila?) te pueden empujar un poquillo. A veces vas a por el coche y está movido decenas de metros calle abajo.