Los mapas nos permiten hacernos una idea del mundo en el que vivimos, aunque necesariamente nos engañan porque para proyectar una forma esférica en una superficie plana siempre hay que llegar a compromisos. Así, países o continentes que en los mapas nos parecen enormes no lo son tanto, o al menos no comparados con otros que en el mismo mapa salen mucho más pequeños.
Pero me ha encantado lo que cuentan en Misconceptions acerca de cómo nos confundimos hasta con las posiciones de continentes enteros porque era algo en lo que en realidad no había caído.
África, por ejemplo, está probablemente mucho más al norte de lo que piensas; de hecho dos tercios de este continente están por encima del ecuador. Europa, por su parte, está también mucho más al norte de lo que solemos pensar y en lugar de estar más o menos frente a los Estados Unidos está sobre todo frente a Canadá, lo que lleva a cosas como que Venecia esté a la misma altura que Minneapolis. Y America del Sur no está para nada debajo de América del Norte; de hecho todo América del Sur está más al este de Jacksonville en Florida, que es casi tan al este como te puedes ir en los Estados Unidos, igual que la punta este de América del Sur está más cerca de África de lo que lo está la parte oeste de América del Sur de Texas.
Relacionado,