Aprovechando que este fin de semana estaba por Córdoba acepté la amable invitación que nos hizo hace ya unos meses Alfredo para recorrer el centro histórico de la ciudad a bordo de un Segway.
El Segway es probablemente el medio de transporte más geek que se puede manejar sin necesidad de años de entrenamiento. De hecho bastan cinco minutos para aprender a utilizar un Segway y en una hora escasa ya se «conduce» con cierta soltura.
El Segway tiene dos estados radicalmente opuestos. Mientras está apagado es un objeto inanimado, inerte, un peso muerto de 40 kilos poco cómodo siquiera de mover. Pero una vez encendido (Riiise!) es todo lo contrario, resulta ligero y de alguna manera vivo: responde y reacciona al contacto y a las acciones y fuerzas ejercidas por el usuario. Incluso si se empuja con intención de tirarlo al suelo mantiene el equilibrio y permanece de pie mientras vuelve sin caerse.
La forma de manejarlo es muy sencilla. El concepto es bastante similar al de esquiar. Para avanzar se lleva ligeramente el peso del curerpo hacia adelante desde los tobillos, como tirando suavemente del manillar. Para frenar e ir hacia atrás es el movimiento contrario: peso del cuerpo desde los tobillos hacia atrás (sin mover los pies) como empujando el manillar. El giro se controla con un mando en la empuñadura izquierda y hay que acompañar el movimiento con el cuerpo. Es similar a un acelerador de moto: arriba gira a la izquierda, abajo gira a la derecha. Me consta que este mando nos resulta especialmente cómodo a los zurdos. El radio de giro es de cero, lo que significa que el Segway puede girar sobre sí mismo, lo que lo hace muy ágil ¡y muy divertido!
Las cuestiones técnicas del aparato, características y cómos ya las contó Alvy amplia y detalladamente el verano pasado tras su visita a Barcelona en Segway.
La visita guiada por Córdoba la hicimos con Blobject y dura dos horas largas, que incluye un mini curso para aprender a manejar el Segway y explicación de los lugares más relevantes por los que se pasa. Se circula por distintas zonas de la ciudad y permite descubir recovecos y callejones poco conocidos por los que corre el fresquito incluso en los días más calurosos. La ruta contempla una parte inicial más despejada para las primeras prácticas con el Segway (en modo aprendizaje) y después otras zonas más transitadas y turísticas una vez se tiene dominado y con el Segway funcionando en modo avanzado –que da algo más de velocidad y giros más rápidos. ¡Aún más divertido!
Manejar un Segway es una actividad muy divertida en sí misma. En realidad no haría falta ir a ningún sitio con él, para un geek es suficiente por el gusto de manjarlo. Es fascinante tener toda esa tecnología a tus pies –literalmente. Si a eso se suma que el recorrido es por una ciudad histórica y preciosa como Córdoba el plan resulta mucho más atractivo. Si tienes ocasión de probarlo no dejes de hacerlo. Totalmente recomendable.