Tal y como muestra el vídeo a 6000 fotogramas por segundo, la pelota se comprime hasta convertirse en prácticamente nada. Es sencillamente increíble su flexibilidad y cómo aguanta el cordaje de la raqueta, a través de cuyos agujeros se cuelan minúsculas zonas de la pelota para luego salir disparada a toda velocidad.
Según se puede ver en los fotogramas la pelota queda comprimida prácticamente al grosor de la raqueta; también durante una fracción de segundo sale del contacto haciendo extraños y con una forma ovalada (similar a un elipsoide) hasta que recupera su esfericidad natural.
Por si te preguntas cómo se puede restar un saque a esa impresionante velocidad aquí hay otro vídeo de Federer haciéndolo a lo grande y con una sola mano.