Por @Alvy — 12 de julio de 2012
Imagina que no tienes un compás, ni tampoco un canuto… Pues haz que tu mano sea el compás – un práctico truco que permite adquirir un nuevo «superpoder» que tal vez algún día puedas necesitar. Aunque hay que reconocer que lo de Alexander Overwijk que vimos hace años, dibujando círculos perfectos en una pizarra se lleva el máster del universo en esta categoría.