Alguien pensó que sería buena idea hacer descender un dron con una cámara de vídeo al interior de un volcán para grabar una secuencia en vídeo. Así que allá que lo lanzaron, en el volcán Yasur de la isla de Tanna island, en Vanuatu (Océano Pacífico) – uno de los más accesibles y adecuado para «turistas», por decirlo de alguna manera.
Según cuentan el primer intento no quedó grabado porque calculó mal el tiempo de vuelo y en los tres minutos de que disponía el dron no pudo volver – de modo que fue engullido por el volcán. Este otro tuvo más suerte y pudo hacer el viaje de ida y vuelta, con su memoria intacta que es donde se grabaron las imágenes.
El promotor de esta peregrina pero interesantísima idea es Shaun O’Callaghan; el cuadricóptero en cuestión es un modelo Phantom de DJI.