Tal y como resume Tony Finch en una anotación surgida de un hilo de Twitter, el pasado julio se anunció en el boletín oficial del IERS que en diciembre no habría que añadir ningún segundo intercalar al estándar de tiempo UTC (Tiempo Universal Coordinado) puesto que no ha habido gran variación en la diferencia con el TAI (Tiempo Atómico Internacional).
Los segundos intercalares se introducen oficialmente en el conteo del tiempo porque hay veces que la rotación de la Tierra requiere algún milisegundo más de los que hay en los 86.400 segundos «teóricos» que se le suponen. Si se acumulan muchos empieza a ser notable; de ahí el ajuste ocasional. Esta gráfica muestra la desviación en milisegundos de la «duración del día» respecto a la línea central del 0, que sería un día «redondo» de 86.400 segundos exactos.
La diferencia entre UTC y TAI lleva tiempo siendo de -37 segundos, pero eso no se va a ajustar porque el tema viene de antiguo y sería un despiporre; simplemente como la rotación de la tierra tiende a ser más y más lenta se añade de vez en cuando alguno de esos segundos intercalares, generalmente en junio o diciembre.
Los modelos matemáticos predicen qué va a suceder en el futuro y según Michael Deckers la ratio de divergencia entre UTC y TAI está siendo tan baja que desde 1961 no se veía tanta precisión, así que no parece que en los próximos años vayamos a tener que añadir ningún segundo extra, así que no veremos el famoso 23:59:60 en los relojes, que además la mayor parte de las veces no se «ve» como tal porque pasa desapercibido y simplemente se recupera cuando se ajusta la hora.
Relacionado: