El Ford Nucleón fue un modelo a escala de 1958 que materializaba la idea de un turismo propulsado por un pequeño reactor nuclear que hacía funcionar un motor de vapor, de forma similar a como funcionan los submarinos o portaaviones nucleares.
Aunque puede parece una idea estúpida -porque de hecho lo es- su planteamiento albergaba un mínimo de sentido común situando la cabina de los pasajeros desplazada para alejarlo en lo posible del reactor nuclear situado en la parte posterior.
El coche atómico, ¡el año que viene o nunca!
El Nucleón fue una de las ideas surgidas de la "obsesión nuclear" de los años 50: Pongamos energía nuclear en cualquier cosa, en Dark Roasted Blend.
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