Estas gafas del fabricante de coches Citroën —que tienen el brillante nombre de Seetroën— garantizar una eficacia del 95 por ciento eliminando la cinetosis, lo que comúnmente se denomina "mareo". La cinetosis afecta a una de cada tres personas en algún momento de su vida, y hasta 30 millones de europeos la sifren de forma crónica cuando viajan en coche, barco o avión.
Como explicaba Alvy en el “misterio” de la cinetosis "hay buenas razones para pensar que todo lo relacionado con la cinetosis tiene que ver con la confusión generada entre diferentes sentidos cuando envían sus señales al cerebro especialmente lo que ven nuestros ojos: «no nos estamos moviendo» (respecto al vehículo) y lo que nos dice el equilibrio «nos estamos moviendo» (debido a las fuerzas de aceleración).
El principio de funcionamiento de las gafas es sencillo: son cuatro aros a modo de "nivel" cuyo líquido azul produce una especie de "horizonte artificial" tanto a lo largo del eje frontal (derecha/izquierda) como del eje sagital (adelante/atrás).
Según explican en Visuall al recrear la línea del horizonte se resuelve el conflicto entre la vista y el oído en cuestión de minutos (10 o 12) de modo que "la mente se vuelva a sincronizar con el movimiento percibido por el oído interno mientras los ojos se enfocan en un objeto inmóvil como una pantalla o un libro".
Una vez sincronizado ya se puede quitar uno las gafas, lo cual es muy de agradecer dado su aspecto.
Si no fuera porque Citroën las vende por 99 euros el par (o el doble par, según cómo se mire) pondría este post en la categoría “Humor.”
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