Podría ser un artículo humorístico de The Onion, pero la realidad vuelve a superar a la ficción. Según el Washington Post, el símbolo de status definitivo en Silicon Valley son las gallinas. Las más agraciadas de esas selectas aves galliformes viven tranquilas en estupendos recintos junto a las viviendas de los millonarios de la tecnología. Dicen que hasta «llevan pañales y tienen chefs personales; todo para que pongan los mejores huevos que el dinero pueda comprar».
Según cuentan en el artículo a algunos de esos millonarios «les asombra sentarse y ver el ciclo de la vida» como alternativa a ver la televisión. Dicen que es una tendencia tan en boga entre los ricachones como conducir un Tesla. Pagan 350 dólares por gallina en vez de 15 dólares que suelen costar. Así intentan hacerse con con gallineros de 10, 15 o 20 gallinas genéticamente ideales sobre los que acumulan datos estadísticos y dibujan gráficos para que vayan mejorando generación a generación; una gallina de esas suele vivir unos 10 años.
Las aves más valoradas son «las tranquilas y afectuosas», especialmente si se dejan acariciar. Para comer las alimentan con una dieta de «salmón orgánico, sandía y filetes» – ni idea de lo que opinarán los veterinarios al respecto (parece una dieta un poco WTF para una gallina), pero sea como sea les pasan «facturas desorbitadas a sus dueños por sus cuidados».
Así a lo tonto parece que el Departamento de Agricultura de California calcula que hay unas 62.000 gallinas domésticas atendiendo las modas de los ricos y poderosos, animalicos a los que sus dueños califican como «parte de la familia», aunque otros cálculos dicen que podría haber hasta el doble.
¡Manda huevos!
{Foto: Majestic (CC) George Walker @ Unsplash }