¡Momento Happy Flower! Porque habiéndose publicado el Informe sobre la Felicidad Mundial 2015 [PDF, 8 MB] los amantes de los numeritos y las estadísticas encontrarán curioso echarle un vistazo: parece un trabajo con infinidad de detalles, muy bien trabajado y con algunos factores sumamente reveladores e interesantes.
Lo primero, la tabla del ranking de la felicidad: Suiza, Islandia, Dinamarca, Noruega y Canadá ocupan los cinco mejores puestos; España aparece en el #36 cerca de Arabia Saudí, Malta, Tailandia y Taiwán. En total se han calculado datos para 158 países, (aunque en el mundo haya cerca de 200). Ocupan los puestos más infelices Togo, Burundi y Siria. Así que, felicidades: no se vive tan mal en España si nos comparamos con el resto del planeta.
Lo interesante es cómo se calcula ese índice: básicamente se divide el concepto Felicidad en siete factores:
- Producto interior bruto per cápita, en términos de paridad de poder adquisitivo ajustado a dólares, según datos del Banco Mundial.
- Apoyo social, que es la posibilidad de recibir ayuda de familiares o amigos en caso de «problemas», según una encuesta Gallup (se usa en otras categorías).
- La esperanza de vida, según la Organización Mundial de la Salud.
- La libertad de tomar decisiones en la vida, según la encuesta.
- La generosidad, o cuánto dinero se dona a las ONG, según datos oficiales.
- La percepción de la corrupción, tanto del gobierno como de las empresas.
- El afecto positivo, que viene a equivaler a «cuánto se ríe la gente», según la encuesta.
- El afecto negativo, que mide justo lo contrario: la tristeza y el enfado.
Estos aspectos pueden verse en colores en la tabla; el valor exacto proviene de los datos recogidos de las diversas fuentes y encuestas multiplicados por ciertos factores correctores. Cuanto más altos, más grandes son las barras y más puntos se obtienen.
A la derecha de cada barra también hay un tramo gris. Este es muy divertido: lo llaman Distopia y para entenderlo se refiere a un «país hipotético» que sería el más triste y chungo del mundo, más concretamente la suma de las más bajas puntuaciones de todos los países del mundo en cada aspecto: el país más corrupto, con la gente más triste, menos generosa, con menor esperanza de vida y menos capacidad de toma de decisiones, además de estar en la más absoluta pobreza y no recibir ayuda cuando lo necesitan. Mejor no vivir allí, vamos. La barra gris muestra este dato (de nuevo, corregido con coeficientes) y su tamaño respecto al resto de barras indica lo cerca o lejos que está el país de ser esa distopía – aunque su tamaño varía de unos lugares a otro básicamente por el factor «esperanza de vida», según explican.
Si alguien se pregunta por qué el factor morado («percepción de la corrupción») tiene una barra tan pequeña para España con la que está cayendo, simplemente recordar que esa barra como es lógico funciona al revés: cuanto más grande, menor sensación de corrupción y cuanto más pequeña (como en España) más percepción de corrupción en el gobierno y las corporaciones tienen los ciudadanos de ese país. Se pueden ver barritas tan pequeñas (o más) como la de España en sitios como Italia, Rusia, China, Israel, Panamá… Eso es lo que hay.