Antes del Hyperloop de Elon Musk, de los trenes de levitación magnética de Japón y de los trenes de Alta Velocidad que circulan por muchos países –incluyendo el nuestro–, décadas antes de que surgieran las locomotoras eléctricas existieron otros trenes que marcaron época: los trenes de vapor.
Apenas existen ya locomotoras de vapor en trayectos comerciales; casi todas han quedado relegadas por lentas y contaminantes a convertirse en meros trenes turísticos: yo tuve la suerte de ir en el Tren de la Fresa (Madrid-Aranjuez) hace unos cuantos años en su locomotora de vapor; últimamente no siempre se puede usar y se emplea una diesel/eléctrica. También están el tren de Arganda, el de Sigüenza y otros similares repartidos todo el país, pero «oficialmente» sus calderas se apagaron por última vez en 1975, el fin de la era del vapor en España.
Jabiertzo de Historias de China nos escribió precisamente porque en uno de sus múltiples viajes se encontró con una de estas ya legendarias máquinas completamente funcional y activa. El vídeo es precioso y la historia también:
La línea de trenes de Jiayang es una de las últimas de China que opera con locomotoras de vapor para ofrecer transporte regular a los habitantes de este antiguo centro minero. Hicimos un recorrido en un viejo vagón hasta la estación de Bagou, una idílica localidad congelada en la época de Mao (…)
En 1952 la Unión Soviética envió a China 81 pequeñas locomotoras de la clase P24 fabricadas en Polonia. Estas máquinas de rodaje 0-8-0 corrían sobre vías estrechas y fueron una solución ideal para la geografía montañosa de Jiayang (…) también llegaron los conocimientos técnicos necesarios para que el país de Mao pudiese fabricarlas, lo cual se consiguió en apenas seis años.
Muy rápidos no eran estos trenes, desde luego: la máquina de Jiaynag emplea una hora y cuarto para recorrer 20 km. Eso son unos 16 km/h. Bastante lejos de los 300-340 km/h del AVE o de los 1.100 km/h del Hyperloop. Cuando este futurista medio de transporte atraviese los túneles podría recorrer esos mismos 20 kilómetros en… un minuto y cinco segundos (!)
La historia del viajecito de Jabiertzo está al completo en Un tren de vapor a la China de Mao. Los vagones «para turistas» están modernizados, pero hay otro de tarifa «normal» que mantiene el aspecto tradicional: una jaula de acero sin cristales en las ventanas, visiblemente deteriorado en el que incluso entra un poco de humo y hay mucho ruido… Naturalmente eligieron ese. Dice que los parroquianos «les miraban raro» por no elegir las comodidades del vagón modernizado. Pero está claro: ¡es que no tiene el mismo encanto! Un auténtico viaje en el tiempo en pleno siglo XXI.