Por @Wicho — 17 de octubre de 2013

Cabeza Mercator

Representar una figura tridimensional como es la de nuestro planeta en un plano para hacer un mapa implica inevitablemente aceptar que se produzca algún tipo de distorsión, aunque por lo general no somos capaces de percibir cuan grande es esta pues la mayoría de nosotros no tenemos la suerte de poder ver la Tierra desde el espacio.

Pero ayudados por el perfil de una cabeza podemos hacernos una idea de la magnitud de estas distorsiones.

La imagen de arriba, por ejemplo, representa como se vería esta cabeza en una proyección de Mercator, probablemente la más usada aún en la actualidad y que nos tiene muy engañados:

Milhaud tiene más ejemplos en Una cabeza para mostrar cómo los mapas distorsionan la realidad.

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