Por @Alvy — 31 de octubre de 2020

I Hate Coordinate Systems!

Bajo el claro e inequívoco título de IHateCoordinateSystems.com (Odio los sistemas de coordenadas) Dan Mahr da una larga lista de razones técnicas que hacen que las cosas puedan ir mal –y vayan mal– al utilizar sistemas de coordenadas geográficas para trabajar con todo tipo de de datos.

Me recordó mucho a la locura de programar en la práctica cualquier proyecto relevante donde sea importante tener en cuenta las fechas, horas y zonas horarias, que da lugar no sólo a bugs sino a situaciones estrambóticas… Y de donde han surgido joyas como la flipante lista de Falsedades que los programadores creen acerca del tiempo, altamente técnico pero también aclaratorio.

Entre otras cosas Mahr hablan de sitios como la Isla Null, que está en las coordenadas 0°N 0°E y es a donde acaban todas las ubicaciones carentes de datos o mal importadas; en 0,0: allá en mitad de ninguna parte en el Golfo de Guinea. También menciona los problemas que hay para convertir diferentes sistemas de referencia de coordenadas –que no son iguales en todas partes del mundo– e incluso los problemas pasa pasar de metros a pies convenientemente, todo un clásico.

I Hate Coordinate Systems!

Esto que parece fácil de manejar a veces produce extraños efectos como que un callejero aparezca perfectamente trazado pero desplazado decenas de metros sobre la realidad o que haya que tener máximo cuidado al trabajar con sistemas «universales» como el WGS84 GCS y el PZ-90 (de la red de satélites del sistema Glonass) que tienen décadas de antigüedad. Si te encantan las siglas y acrónimos, convenciones, referencias y conjuntos de datos, disfrutaras con todos esos detalles: NAD27, NAD83, GDA94m, BeiDou… Hay decenas de ellas.

También hay detalles sobre los problemas de las proyecciones, que a veces modifican los tamaños de las medidas y las posiciones de los puntos claves; son fórmulas no precisamente triviales. Como guinda está el problema de las altitudes: dado que se suele utilizar como referencia para la Tierra un geoide al nivel del mar, en nuestro planeta-patata todo mapa está en cierto modo un tanto «idealizado», de modo que hay que añadirle siempre el dato del eje Z para obtener datos más aproximados a la realidad.

Si esto te parece poco importante recuérdalo la próxima vez que vayas en coche mirando el GPS y pienses que en unos años el vehículo estará conduciendo solo utilizando todos estos sistemas de coordenadas… entre otras medidas de seguridad, por suerte.

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