Por @Alvy — 8 de febrero de 2008

Uno de los más extraños y peculiares problemas de los grandes aviones comerciales es la gran cantidad de tiempo que se tarda en llenarlos y vaciarlos de pasajeros, frente a lo eficientes y rápidos que resultan viajando y transportando gente de un sitio a otro.

Un ejemplo típico son los Jumbos 747 o el Airbus 380, capaces de llevar 400, 500 e incluso 850 personas en algunas configuraciones (el récord lo tiene el A380). Movilizar a tal cantidad de gente no es fácil y por muchas puertas de entrada/salida que tengan el embarque y desembarque de tanta gente y sobre todo del equipaje de mano acaba siendo un suplicio. Una experiencia cotidiana es que en vuelos más cortos a veces parece que se pierde casi más tiempo en ese proceso que en el propio vuelo en sí.

Todo esto depende mucho del tipo de avión, porque algunos tienen puertas delante y detrás (o incluso debajo de la cola) de modo que se pueden embarcar los pasajeros por varios sitios a la vez, no sólo por la puerta delantera. En muchas salas de embarque cuando de vuelos masivos se trata se intenta optimizar el proceso haciendo pasar primero a los de las filas de atrás, luego a los de enmedio y finalmente a los de delante. ¿Habría alguna forma mejor?

Esa misma curiosidad sobre cuál sería la forma ideal de embarcar pasajeros ha llevado a Jason Steffen a publicar un trabajo matemático al respecto: Optimal boarding method for airline passengers. El trabajo emplea simulaciones con ordenador mediantes cadenas de Markov y el método de Monte Carlo para intentar obtener una fórmula mejor.

Plano-Airbus-380
El plano de asientos de un A380 de Singapore Airlines, de dos cubiertas

Una de las premisas del trabajo es que la gente no tarda tanto en subir al avión como lo que tardan en colocar su equipaje de mano, especialmente cuando se molestan los unos a los otros.

Entre las conclusiones de las simulaciones están que el método tradicional «de atrás a delante» es el segundo peor, sólo tras el nefasto y obviamente malo «de delante a atrás».

Una fórmula ingeniosa allí planteada es por ejemplo meter primero a los pasajeros de las ventanillas, luego a los del centro y luego a los de los pasillos, de modo que se interrumpan menos (en algún lugar se menciona que a partir de diez personas guardando el equipaje en la misma zona es cuando se producen grandes atascos).

El resultado de las simulaciones de Steffen es bastante curioso y consiste en dividir a los pasajeros en cuatro grupos, procedentes de los lados izquierdo y derecho del avión, según ocupen las filas pares e impares. Emarcándolos de ese modo se molestan menos los unos a los otros y según dice se podrían embarcar los aviones hasta cuatro veces más rápido.

Otra curiosidad que encontré en la Wikipedia mirando sobre todo esto es esta: ¿Qué sucede cuando hay que abandonar una de estas bestias del aire en una emergencia? Pues que se puede lograr en poco más de un minuto, incluso con la mitad de las puertas inutilizadas:

El 26 de marzo de 2006 en Hamburgo, Alemania, con 8 de las 16 salidas de emergencia se evacuaron a 853 personas más 20 de tripulación en 77 segundos. La evacuación se realizó a oscuras y solo con las luces de emergencia encendidas. Tanto la tripulación como los «pasajeros» no sabían cuales serían las salidas de emergencia que funcionarían. [Airbus 380 en la Wikipedia]

(¡Ding, dong! Les hablaron vía God Plays Dice + Cosmic Variance.)

Actualización (10 de febrero de 2008): He aquí el famoso vídeo del desembargo rápido arriba mencionado: Cómo evacuar de emergencia a 873 personas de un avión en 77 segundos.

{Foto: Plane Seats (CC) Christopher Doyle @ Flickr}

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