Por @Alvy — 30 de junio de 2007

Almost Gone (CC) bcmon
Almost Gone – (CC) Anna (Flickr: bcmom)

Durante todo este fin de semana hay Luna llena. Tal y como cuentan en Space.com estará muy baja en el horizonte, de hecho la vez que más baja estará en todo el año en el punto más alto de su recorrido celeste, con el Sol al lado opuesto. Es una buena oportunidad para apreciar uno de los mejores efectos ópticos que ofrece nuestro satélite: cuanto más baja está, más grande parece. En realidad no hay ningún efecto óptico «atmosférico» apreciable, ni realmente es más grande. Simplemente parece más grande, algo que también sucede con el Sol. Aunque hay quien apostaría a que estos astros se ven casi el doble de grandes al amanecer o atardecer, es en realidad una mala interpretación de nuestro sistema visual. Algo fácil de demostrar por ejemplo haciendo fotos a diversas horas o superponiendo sobre la Luna una moneda siempre a la misma distancia.

Esta curiosidad está explicada en Why Does the Moon Look Bigger on the Horizon?, Explaining the Moon Illusion, The Moon Illusion y Summer Moon Illusion entre otros, aunque no parece haber un consenso total. Cuando vemos la Luna o las nubes directamente sobre nosotros, nos parecen relativamente cercanos y no hay nada con lo que «compararlos». En cambio cuando está sobre el horizonte vemos otros objetos a cientos de kilómetros y hay una línea de referencia conocida, además de tal vez montañas o estructuras. Aunque en ambos casos la Luna tiene el mismo tamaño, nuestro sistema de visión interpreta que debe ser más grande si está junto a los objetos que están más «lejos». También se dice que cuando miramos al cielo a nuestro alrededor no nos parece estar en una esfera totalmente redonda sino más bien achatada. El factor más importante parece ser simplemente que una Luna baja suele quedar cerca de árboles, edificios o montañas, objetos que conocemos y por tanto nos parece mucho más grande todavía que cuando está aislada en lo alto del cielo y no hay nada con que compararla. Este efecto se torna más poderoso todavía cuando es una escena que ya conocemos: nuestro barrio o una calle o carretera por la que circulamos a menudo. En fotografía, si utilizas además un zoom digno, el resultado puede ser totalmente espectacular.

Ahí van algunas fotos que muestran el efecto que encontré en Flickr:

Aunque la mayor parte de las fotos y películas en las que se ve la Luna son auténticas, la búsqueda de este «efecto» también lleva a mucha gente a crear Lunas falsas superponiéndolas digitalmente o ampliándolas. Hay un buen artículo sobre esto en That Moon is Fake con algunos ejemplos de fotos falsas con Lunas gigantes que no serían tales en realidad.

Aparte de todo esto sí que son ciertas dos cosas: debido a la órbita elíptica de la Luna en algunos momentos está más cerca que en otros de la Tierra y por tanto se ve realmente más grande (igual que los demás planetas, especialmente Marte), pero esta variación apenas sí supone un 11% cuando está más cerca que cuando está más lejos. Y curiosamente, la refracción óptica atmosférica hace que se vea un 1,7% más pequeña cuando está cerca del horizonte que cuando está en lo alto –no al revés– y de todos modos esas variaciones serían apenas apreciables.

(Vía Neatorama.)

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