Como todos los 6 de agosto, hoy es el aniversario del primer ataque nuclear con la ciudad de Hiroshima como protagonista: toda una demostración de fuerza a la par que de estupidez.
El curioso blog Atomic Annihilation, que escarba en imágenes e infografías del pasado atómico ha republicado este viejo gráfico que permite apreciar la magnitud de la estupidez humana en el desarrollo de este tipo de mortíferas armas.
Si en Hiroshima se destruyó toda la ciudad y los alrededores, junto con unas 100.000 vidas humanas, compárese con la magnitud de la Bomba del Zar desarrollada por los soviéticos: su potencia la indica el «hongo atómico» grande, en el que comparativamente (¡hay que hacer zoom!) la de Hiroshima ocupa apenas un par de píxeles. La explosión de Hiroshima fue de unos 13-15 kilotones; la de la Bomba del Zar, 50 megatones: unas 3.000 veces más.