En mi último viaje a Nueva York me pareció curioso que un gran número de esquinas hubiera enormes bombonas de nitrógeno. No había una o dos, había realmente muchas en todo Manhattan. Atadas un poco de forma chapucilla, con tubos pegados con caucho o cinta americana, llegaban hasta las tapas de la calzada. Investigando un poco, encontré que estaban relacionadas con el antiguo, fascinante y peculiar sistema de vapor de la ciudad.
Se llama sistema calefactor de distrito y se utiliza en algunos países, aunque creo que no en España. Este tipo de sistemas se remontan literalmente a los tiempos de los romanos. Ruisa, Escandinavia o Dinamarca lo utilizan ampliamente; en el Reino Unido y Serbia tuvieron su época; en Alemania casi un 15% de las casas usan algo similar. Sirven como sistemas de calefacción y de calentamiento de agua en general, sus usos parecen ser bastante diversos una vez las cañerías de vapor llegan a oficinas, comercios y hogares. En algunas ciudades de Estados Unidos proporcionan las imágenes tan conocidas de las películas del vapor de agua condensado surgiendo de las tapas del sistema (que no de las alcantarillas) por las calles oscuras. A veces las imágenes de esas «fugas de vapor» son un tanto espectaculares: los operarios llenan de conos las calles o utilizan chimeneas señalizadoras para desviar el tráfico. Como sirve para calentar agua además de calefacción, el sistema calefactor está activo tanto en verano como en invierno.
ConEd (abreviatura de Consolidated Edison) es la empresa que gestiona el sistema de vapor de Nueva York, que a la par resulta ser el mayor del mundo. Fundada en 1823, tiene 2.000 edificios como clientela y sirve a más de 100.000 casas y comercios. Por sus más de 160 kilómetros de tuberías pasan unas 14 millones de toneladas de vapor al año. Algunas tienen más de cien años de antiguedad.
A pesar de que al utilizar vapor se antojan primitivas y tal vez inestables y peligrosas, los accidentes en esta red de tuberías de vapor son poco comunes: sólo ha habido doce explosiones en Nueva York en los últimos veinte años, de modo que parece un sistema bastante seguro en general. Casualmente hace unos meses, en julio de 2007, se produjo la explosión de vapor en el sistema calefactor más grande hasta la fecha en Nueva York.
Explosión del sistema de vapor de Nueva York en julio de 2007.
Foto (CC) Kamal H.
La explosión de una tubería de 24 pulgadas instalada en 1924 entre las calles 41 y Lexington, cerca de la Terminal de la Gran Estación Central en plena hora punta resultó absolutamente espectacular a la par que horrorosa para los viandantes. Una torre de vapor de 320 metros de altura, más alta que el Edificio Chrysler, se mantuvo allí durante dos horas. Al dejar ver lo que había debajo, los bomberos descubrieron un cráter de diez metros de ancho y cuatro de profundidad. Decenas de personas resultaron heridas y una mujer murió de un ataque al corazón mientras intentaba huir.
Así pues, ¿para qué sirven exactamente las bombonas de nitrógeno conectadas a las alcantarillas de ConEd que hay en algunas las calles? No he encontrado ninguna referencia exacta, pero debe ser alguna especie de «parche» al sistema actual, tal vez para aliviar las altas temperaturas en algunos puntos críticos o durante las operaciones de reparación o mantenimiento. El hecho de que estén instaladas aparentemente de forma temporal, pero a la vez con aspecto de «estar allí para quedarse» no ayuda a adivinar muy bien su función. Situadas en muchas esquinas, parecen también un poco peligrosas debido al tráfico y a que los tubos (aunque bastante protegidos) están colocados encima de la calzada. Pero si están allí al alcance de todo el mundo y en mitad de la calle, sin más protección, imagino que muy peligrosas no deben de ser tampoco.
Actualización (2 de octubre de 2007): Aitor nos cuenta su teoría respecto de las bombonas de nitrógeno:
Probablemente tengan algo que ver con que el nitrógeno es un gas inerte y ayuda a controlar atmósferas propensas a explosiones, hacer barridos de tuberías, y en general cosas relacionadas con inertizaciones. Sin ir muy lejos en mi trabajo tenemos una fábrica de oxígeno y nitrógeno líquido, y a su vez en otra fabricamos acetileno. Gran parte del sistema de seguridad (de esta última) se basa en tuberías de nitrógeno, conectadas a las tuberías de acetileno, que en caso de una explosion o incendio se utilizan para soplar todas los tubos, sustituyendo el acetileno y el oxígeno por nitrógeno, y asi controlar el fuego. Quizas no tenga tampoco nada que ver, pero yo también he visto esos termos de nitrógeno (que es como los llamamos nosotros) durante mis viajes a Nueva York. Conversando con mi padre que lleva 30 años trabajando con este tipo de gases, esa es la conclusión a la que hemos llegado.
Actualización: Luiso apuntó que tal vez sirven para refrigerar y por lo tanto condensar (e incluso taponar tuberías mediante congelación de las mismas) ciertas fugas de vapor de H2O, evitando con ello las nubes producidas, pero Pablo parece que encontró la respuesta oficial Subject: Liquid nitrogen into sewers - why? en Google Answers. Aunque se habla de que tal vez se utilizan para evitar malos olores o ratas, algo relacionado también con los estanques de tormentas, parece que principalmente los utilizan ConEd y las compañías telefónicas, pero no parecen directamente relacionados con los sistemas de vapor:
Los cables de fibra óptica y coaxial se presurizan con nitrógeno para reducir la corrosión y prevenir la posible combustión. Se transporta de forma líquida porque así cabe más en cada tanque. Además sirve para detectar con una alarma por el cambio de presión si hay probemas (…) ConEd lo utiliza en verano para refrigerar algunos transformadores durante el verano (…) A veces los empleados de mantimiento lo usan para congelar cables, de modo que así son más fáciles de cortar (…) También se utilizan como aislante.
En el original hay muchos enlaces al respecto.