Por @Alvy — 14 de julio de 2022

Este interesante vídeo de Jeremy Shuback no sólo está montado con elegancia y rigor; es que además está narrado con cierta agilidad, lo que lo hace no sólo muy interesante, sino incluso un poco corto para los poco más de 7 minutos que tiene de duración. Es un resumen rápido de los orígenes de los mapas del mundo, comenzando por la pregunta básica: ¿Pero… A quién narices se le ocurriría hacer algo como esto en su día? Y es que, si lo piensas, dibujar un mapa con los pocos medios de hace dos mil años era toda una proeza, así que crear un mapamundi con cierta base científica era poco menos que una gesta titánica.

Entre otros datos se menciona que el griego Anaximandro (~ 600 a.C.) fue la primera persona en publicar una descripción esquemática de cómo podría ser el mapa del mundo conocido, que dividió en Europa, Asia, Libia y que incluía un par de mares –el Mediterráneo y el Mar Negro– rodeados por un Océano; tan sólo destacó dos ríos. Era básico, pero ya apuntaba maneras: la gente en aquella época ya se había coscado de que la Tierra era esférica, mucho antes de lo de Magallanes y Elcano. Los mapas de entonces se creaban a partir de relatos, con datos que procedían de los viajes de Alejandro Magno y Marco Polo. El mejor de la época era el Mapamundi de Estrabón, un griego que ya mapeó bastante dignamente Europa, Libia (África), Arabia y Asia.

Más adelante llegaron mapas como los de Heródoto, Marino de Tiro, el primero con proyección cilíndrica equidistante; Al-Masudi, un árabe que mapeó África y Asia (incluyendo China); y Ptolomeo, que utilizó por primera vez las líneas de latitud y longitud y nos malacostumbró a eso de que «el Norte está arriba».

Dicen también que el árabe al-Biruni teorizó ya en 1037 que probablemente habría otra masa de Tierra «al otro lado del mundo» (América) y Al-Idrisi dibujó mapas de gran precisión, incluyendo uno en el que se calculaba la circunferencia de la Tierra en alrededor de 37.000 km (son 40.000 km en realidad).

Algunos de aquellos mapas todavía estaban «al revés» (Norte abajo) y de hecho durante mucho tiempo los grandes mapas, como el del famoso Atlas Catalán simplemente se desplegaban sobre el suelo o la mesa y se observaban los detalles caminando a su alrededor, de modo que los textos se leían desde los laterales. Sobre ese mapa del cartógrafo Abraham Cresques, que data de 1375, hay otro vídeo más largo, completo y detallado, si te gusta tanto el tema como a mi: The Catalan Atlas.

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