Por @Alvy — 30 de abril de 2022

Intentar predecir el futuro es una desalentadora y peligrosa tarea, porque el profeta se enfrenta invariablemente a dos «opciones trampa». Si sus predicciones suenan razonables, puede estar seguro de que en veinte o, a lo sumo, cincuenta años, el progreso de la ciencia y la tecnología le harán sonar ridículamente conservador. Por otro lado, si por algún milagro pudiera describir el futuro exactamente como va a ocurrir, sus predicciones sonarían tan absurdas y descabelladas que todo el mundo lo despreciaría.

Esto ha resultado ser cierto en el pasado, y sin duda lo será aún más en el siglo venidero. Lo único de lo que podemos estar seguros sobre el futuro es que será absolutamente fantástico.

– Arthur C. Clarke
visionario, escritor y científico (1917-2008)

Rescatadas estas sabias palabras de un programa Horizon de la BBC, allá por 1964, resulta curioso ver cómo en sus predicciones Arthur C. Clark cae exactamente en la paradoja que describe al comienzo de su charla: o suenan absurdamente obvias… o se pasa cien pueblos. Por un lado, resulta escalofriante la precisión con la que se detallan algunos de los inventos del futuro; por otro, suena completamente ridículo al explicar algunos otros conceptos que siguen pareciendo imposibles, aunque… ¡quién sabe! Igual es que simplemente no hemos llegado a ellos todavía. Ahí va la lista de lo que cuenta en tan solo diez minutos:

  • Ciudades del futuro
  • Comunicaciones instantáneas gracias a los satélites
  • Teletrabajo
  • Telemedicina
  • El fin de los viajes de trabajo y de los trayectos a la oficina
  • Bioingeniería y domesticación de nuevos «siervos animales»
  • Grandes simios inteligentes; superchimpancés
  • Inteligencia artificial y robótica
  • Grabación de sueños y, a la inversa, «aprendizaje instantáneo»
  • Borrado de malos recuerdos
  • Criogénesis, animación suspendida e ¿inmortalidad?
  • Viajes interestelares en hibernación
  • Primer contacto con civilizaciones inteligentes
  • Bases y ciudades en la Luna
  • Terraformación y reconstrucción de los planetas del sistema solar
  • Replicadores

War on the Planet of the Apes

Vale: una buena parte suenan a futuros de película y no todos acaban bien. La verdad, no me imagino a superchimpancés sirviendo a los humanos (para empezar porque las leyes ya los protegen como «seres sintientes») y sabemos por El planeta de los simios que la cosa acaba mal. Tampoco me imagino enchufado y abriendo los ojos diciendo «¡Ya sé Kung-fu!» como Neo en Matrix, pero temas como el borrado de malos recuerdos y algo parecido a la grabación de los sueños podrían no ser físicamente imposibles (e incluso diría que algo de aprendizaje también).

Otros inventos son, como se decía en la introducción, casi obvios. Aunque su idea de los satélites de los comunicaciones en órbita geoestacionaria es de 1945, se tardaron casi 20 años en demostrar la validez del concepto con el Telstar 1; el Intelsat I (Eary Bird) fue en 1965 el primer satélite comercial de este tipo. Clarke tenía claro que esas comunicaciones darían lugar a grandes redes y sistemas de comunicación, y aunque no imaginara que la gente usaría WhatsApp o TikTok para enviarse chistes y vídeos de bailecitos algo se olía.

Respecto a los viajes interestelares, la colonización del Sistema Solar y el contacto con civilizaciones inteligentes hay que reconocer que vamos lentos, probablemente porque es algo costoso y no hay dinero para todo, ni público ni privado. Pero se hace lo que se puede. Ojalá sus predicciones no fueran a más allá de un siglo y hacia 2064 podamos ver alguna cumplida.

Neo meme: I Know Regular Expressions | QuickMeme.com

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Traducción cortesía de DeepL.

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