Si los clientes creen que han descubierto por sí mismos una marca, se vuelven mucho más fieles.
La frase, recogida por Make Marketing History es de Ray Kelvin, fundador de Ted Baker, una tienda de ropa Británica al estilo Zara, según parece.
Es tan intrigante como inquietante, a la vez que paradójica.
Me recordó el problema al que se enfrenten actualmente agencias de comunicación, márketing y relaciones públicas: Ven que lo «viral» y el «boca a boca improvisado» funciona y crea cierto tipo de fidelidad. Intentan hacer virales y boca a boca. Pero sólo los virales improvisados parecen funcionar, porque son auténticos. Y como por definición se diría que no se puede planificar la improvisación la tarea acaba resultando mucho más difícil de lo habitual.