Por @Alvy — 2 de diciembre de 2016

Globos metálicos

Pobres globitos… ¿Qué mal habrán hecho?

El otro día me encontré con este aviso en el Metro de Gran Vía de Madrid, un céntrico lugar por donde en estas fechas la gente pasea con el tradicional ánimo navideño y donde Mickey, Depredador o el perrito de la Patrulla Canina aprovechan para vender globos de helio a los niños.

El problema es que estos globos, cuyo recubrimiento es Mylar o papel aluminio –gracias al cual resisten inflados varios días, incluso semanas– es conductor de la electricidad. Si un globo de este tipo «se escapa» en el Metro subirá hasta el techo. Y si la mala suerte quiere que las corrientes lo lleven al sitio inadecuado…

¡Boom! (00:25, dentro del túnel). El incidente que grabó una cámara de seguridad en vídeo y que relatan en el noticiario sucedió en 2015, cuando uno de estos globos se escapó (no se sabe a quién, eran las 7 de la mañana) y circuló por la estación hasta llegar a la vía, y de ahí al túnel. Entonces se enredó y cortocircuitó la catenaria que alimenta de electricidad a los trenes.

Según cuentan hubo un pequeño conato de incendio de por medio y el cortocircuito provocó un parón eléctrico de casi una hora de duración – en plena hora punta. Todo un trastorno para los viajeros madrugadores de aquel día. Desde entonces cuando hay aglomeraciones masivas en las estaciones cercanos a donde se venden globos se instala este «recordatorio de prohibición de forma preventiva». Así que quien lleve un globo tendrá que volver con él andando a casa.

Aviso de globos metálicos / @CarolinaD

@CarolinaD también se asombró con la «peculiar prohibición», y compartió su foto en Twitter. Para el año que viene sugerimos a los responsables del Metro que añadan una frase al cartel: «Pueden provocar cortocircuitos», a modo de explicación para las mentes curiosas.

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