Por @Alvy — 19 de febrero de 2019

Preparation of an Atlas missile for installation in E Site (1963) / NASA
Preparación de un misil Atlas para pruebas (1963) / NASA

Allá por 1960 en la RAND Corporation, el famoso Think Tank estadounidense, tuvieron que analizar una estrambótica propuesta de las Fuerzas Aéreas: evaluar las posibilidades de escapar de un ataque nuclear soviético deteniendo la rotación de la Tierra mediante una plataforma con mil cohetes Atlas.

Esta tremenda ida de olla alentada sin duda por la Guerra Fría en pleno apogeo se cuenta en el libro de Daniel Ellsberg The Doomsday Machine: Confessions of a Nuclear War Planner. Según explican en Daily Grail:

La cuestión era imaginar que en primer lugar los radares del Sistema de Alerta Temprana de Misiles Balísticos (BMEWS) pudieran detectar a tiempo los misiles atómicos cruzando el Polo Norte desde la Unión Soviética y se informara al NORAD. Entonces se dispararían los cohetes Atlas, que estarían montados en una plataforma, perfectamente horizontales y paralelos respecto al suelo. Al hacerlo de forma simultánea la idea era detener momentáneamente la rotación de la Tierra (…) Los misiles soviéticos se desviarían, se podrían llevar a cabo lanzamientos de represalia contra la URSS y cuando las cosas se hubieran calmado la Tierra volvería a girar con normalidad.

Dejando aparte el desastre que supondría detener la Tierra aunque fuera por un rato –recuerden: eso llamado inercia, ¿hola?– volver al movimiento original requeriría lógicamente otro «encendido». ¿Y de cuánta energía estamos hablando? Ellsberg calculó que con esos misiles la Tierra apenas se moverían unos pocos átomos. En realidad se necesitarían un billón de cohetes que consumirían unos 2,6 x 1021 kilogramos de combustible. Si ha habido alguna vez una idea poco viable… ha sido esta.

Lo de detener la rotación de la tierra era una idea loca, pero ¿era mucho más loca que toda la situación que vivimos a lo largo de la era atómica?

– Daniel Ellsberg

Esto es lo que se pregunta el propio Ellsberg en una entrevista cuando recuerda todo aquello. Por cierto que también hay un vídeo al respecto, de Scott Manley: Can You Change Earth’s Rotation With Rockets? con cálculos más detallados, incluyendo la energía necesaria, los lugares donde colocar los cohetes y demás minucias.


(Vía Boing Boing.)

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