Por @Alvy — 18 de febrero de 2020

Lo mejor de este vídeo con pinta de minidocumental de los Sandia National Labs (SNL) es que no se sabe muy bien ni qué están probando. Pero hay objetos a velocidad supersónica, explosiones y destrucción total, así que… ¡Mola! Teniendo en cuenta que esos laboratorios se encargan del mantenimiento del arsenal nuclear de los Estados Unidos lo más probable es que se trate de una prueba de fiabilidad, comportamiento, impacto o resistencia de una ojiva nuclear, aunque sin el material radioactivo, que tampoco está la cosa como para derrocharlo.

En el vídeo se ve la ya mítica pista de trineos-cohete del complejo de los SNL en Albunquerque, Nuevo México. Son más de 3 km de pista para realizar simulaciones a toda velocidad con trineos propulsados por cohetes. La pista termina en una zona llena de instrumentación, cámaras y focos para captar todo tipo de información, desde rayos X a fotografías y película fotográfica, a una velocidad de ~1 MHz (un millón de hertzios).

Según se adivina en el vídeo lo que están probando es una unidad inercial («pedazo de pepino») en una «configuración inversa», de modo que lo que se mueve es el «objetivo/suelo», no la cabeza nuclear en sí. Del larguísimo cable naranja salen los datos de toda la instrumentación, que en el momento del evento de la prueba («pepinazo/impacto») se correspondería con un impacto real, quién sabe si del misil contra el objetivo, de «algo» contra el misil o similar.

En el preciso instante la escena se ilumina con gigantescos flashes para captar mejor las fotografías y la secuencia en vídeo. El evento («crash») duda tan solo unas centésimas de segundo; todo se transmite al superordenador que lo analiza. Es tan rápido que de hecho se ve en la película que el propio efecto del impacto es más rápido que la onda expansiva. Seguramente estemos hablando de una velocidad de más de 500 km/h, puede que supersónica (pero no podría confirmarlo.)

Los científicos observadores están metidos en un búnker de alta seguridad, desde donde controlan todas las operaciones; por si acaso están rodeados de equipos de emergencia, bomberos y demás. Algo importante es que después del impacto apenas queda nada en pie, todo es mero polvillo. Como sabiamente dicen «una prueba exitosa consiste en capturar todo lo que se pueda en los instantes previos.»

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