Para estos señores también era “muy improbable” que un trozo de cohete cayera en su jardín y mira. La cubierta en titanio del motor del PAM-D (la tercera etapa de un cohete Delta 2) cayó a 240 km de la ciudad de Riad el 21 de enero de 2001 | Fotografía: NASA.
Es muy poco probable que vayas a encontrarte con algún trozo de la estación espacial Tiangong-1 que está previsto caiga en un par de días. Y todavía es menos probable que te caiga encima algún trozo porque esa posibilidad es uno entre miles de millones).
Pero como una cosa es que sea improbable (que lo es) y otra cosa es que sea imposible (que no lo es) por si acaso antes de alargar la mano hacia los restos de un vehículo espacial conviene tener en cuenta un par de consideraciones mencionadas en Space.com:
- Corres el riesgo de hacerte daño: la estación espacial transporta materiales peligrosos y nocivos, como el combustible que puede quedar en los depósitos. Además después del impacto probablemente sea un amasijo de hierros cortantes y que según el tiempo que haya transcurrido todavía pueden estar calientes.
- Corres el riesgo de meterte en un lío: según el tratado sobre el espacio ultraterrestre el país propietario del vehículo espacial (China, en este caso) mantiene la propiedad independientemente de donde hayan caído sus restos. Esto significa que quedarse con un trozo como recuerdo es buscarse un problema que no necesitas. Y no serías el primero en pagar por ello. Esto también significa que el país propietario (China, en este caso) es el que paga los platos rotos y los daños que pueda causar su cosa.
Así que en el improbable caso de que te encuentres con un trozo de la estación Tiangong-1 (suponiendo que fueras capaz de reconocer que se trata de eso) la recomendación sería contactar con las autoridades.