Reflector acústico móvil utilizado por el ejército británico. Foto publicada en la edición de diciembre de 1938 de “Popular Mechanics” procedente de Acoustic Location and Sound Mirrors.
Antes de la invención del radar durante la II Guerra Mundual (basado en los principios establecidos años antes por el gran Nikola Tesla) se utilizaban reflectores acústicos para detectar la llegada de aviones enemigos. La mayoría de los reflectores eran móviles, de mediano tamaño. Pero también se construyeron reflectores de hormigón en distintos lugares, especialmente a lo largo de la costa británica entre 1915 y 1936. Su gran tamaño incrementaba notablemente su efectividad.
Reflector acústico de diez metros de diámetro en Denge. Foto de The Sound Mirrors Project.
La tecnología de los localizadores acústicos utilizan el mismo principio que aprovechas cuando colocas tu mano junto a la oreja para oir mejor: se trata de ampliar la superficie de captación para mejorar la recepción del sonido y dirigirlo al interior del oído.
El uso de localizadores acústicos era habitual como ayuda para la navegación de barcos entre la niebla —y en su forma más simple como trompetillas para personas duras de oído.
El reflector móvil RRH podía detectar sonidos a entre 5 y 12 km dependiendo de las condiciones del entorno y del oído del operador. Foto procedente de Acoustic Location and Sound Mirrors
Los reflectores parabólicos y de pared disponían de un micrófono situado en su punto focal. En las fotografías del Sound Mirrors Project se pueden ver algunos de ellos, de distintos tamaños y formas, de entre seis y setenta metros.
Tres modelos de reflectores acústicos en Dungeness. Imagen cortesía de s__i. Más en Sound Mirrors.
También hay montones de fotografías de reflectores acústicos en Flickr.
Muro reflector de 66 metros de longitud construido en Kent en 1930. Permitía detectar aviones acercándose a la costa aún cuando estaban a entre 30 y 50 kilómetros de distancia.
Aunque los reflectores acústicos funcionaban, fueron rápidamente superados por el incremento de la velocidad de los aviones de combate. Transcurría poco tiempo desde que los aviones enemigos empezaban a ser audibles en la distancia y comenzaban a ser visibles en el horizonte. Justo para entonces comenzó a utilizarse el radar que se mostró mucho más efectivo y más acorde con las capacidades de vuelo de los aviones modernos.
(Vía Deputydog.)