En la casa Julien’s van a sacar a subasta cientos de objetos de una colección llamada Reliquias de la Guerra Fría y el Museo del espionaje de la KGB. Son casi 500 gadgets, equipos, fotografías y otros curiosos objetos de la segunda mitad del XX, algunos procedentes de la Unión Soviética –y que usaban los agentes espías del KGB– y otros de los Estados Unidos y otros países.
Entre los objetos hay micrófonos y grabadoras, cámaras fotográficas de todos los tamaños y formas imaginables y máquinas para cifrar y descifrar mensajes. Estas máquinas son algunas telegráficas, otras para morse o radio y otras completamente electrónicas y con teclados modernos, generalmente en ruso.
Además de todos esos interesantes gadgets también hay otros relativamente comunes que eran parte de aquella Guerra Fría: fotografías de la NASA y de los programas Mercury, Apolo y otros y también curiosidades como manuales, tarjetas, piezas de satélites y hasta trozos del transbordador espacial y del Skylab. Otra parte de la colección está dedicada a la Guerra Fría entre Cuba y Estados Unidos, algo menos tecnológica, donde casi todo son documentos.
Mención aparte para los ingeniosos modelos de cámaras miniaturizadas que tenían a su disposición los espías soviéticos del KGB, muy «de película» y que se podían ocultar en cajetillas de cigarrillos, en botones, cinturones y otros objetos. Echarle un vistazo es toda una mirada al pasado tecnológico de otra época.
(Vía Daniel Cuthbert.)
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