Durante las últimas horas de la prueba, Blaine parecía apático, tenía con frecuencia los ojos cerrados y casi no se movía. Sólo en la última hora volvió a estar más activo. El desafío no estuvo exento de controversias, como todos los proyectos de Blaine.
Según parece, el reto de David Blaine se considera superado: permanecer 72 horas bajo siete bobinas Tesla vestido con una especie de «traje metálico» a modo de jaula de Faraday y soportando lo que los organizadores calcularon en «un millón de voltios».
Estos tres últimos días estuve viendo el feed en directo que emitía YouTube; la verdad es que el escenario de la prueba era magnífico, pero alguna razón el sonido era muy pobre y los rayos de las bobinas –que los había, casi continuamente– no eran tan espectaculares como en las fotos o en otros vídeos de bobinas Tesla que se suelen ver por ahí.
En ocasiones daba la impresión de que pararan la prueba por unos instantes: una de las veces subieron varios operarios a colocar a Blaine tras una manta por unos instantes. Y en vez de estar de pie de forma autónoma a su espalda tenía –al menos al final de la prueba– una especie de soporte en el que podía reclinarse para descansar – me pareció un poco raro.
Lo cierto es que ayer cuando quedaban unas 9-10 horas para terminar la prueba estaba el pobre que se moría de sueño, o al menos eso parecía: se le cerraban los ojos, intentaba despejarse e incluso hacer algunos movimientos para no doblar las piernas. Y es que aguantar 72 horas sin dormir debió ser la parte más difícil de la prueba.