En Weburbanist publicaron algunos datos y fotos sobre la mayor biblioteca pública [de una sola planta] que hay en Estados Unidos: resulta que es en centro comercial Wal-Mart abandonado y reciclado, que fue transformado radicalmente para convertirse en un sitio de utilidad para todos los habitantes de la ciudad. Algo así como si El Corte Inglés abandonara un Hipercor en las afueras y de ahí surgiera una biblioteca a iniciativa ciudadana.
Para la adaptación llevaron a cabo varios concursos públicos a los que se presentaron asociaciones de arquitectura y diseño. El aspecto final requirió algo de pintura y en sus casi 12.000 metros cuadros hay zonas especiales para niños, reuniones y conferencias. Además de eso se los dota de ordenadores públicos y conexiones a Internet.
La idea de reciclar edificios abandonados para nuevos usos es tan interesante como práctica en estos tiempos de crisis que corren, aunque tenga sus dificultades: cuestiones legales, de seguridad, organización… En España recientemente ha habido una propuesta del presidente de Telefónica Europa para que se cedan pisos vacíos a emprendedores. Por otro lado, los vecinos llevan años pidiendo la reutilización de edificios abandonados: cárceles, cines, fábricas, centros comerciales, solares de hospitales, cocheras…
Quizá una propuesta razonable podría ser que quien posea un edificio abandonado y sin usar haya de cederlo a la comunidad pasado cierto tiempo. La gente debería auto-organizarse para usarlo como viviendas o espacios públicos. La otra parte del trato sería lógicamente que esos edificios habrían de ser desalojados y devueltos a sus propietarios tras un acuerdo, cuando demuestren que realmente van a usarlos.
Se podría comenzar, por ejemplo, por
Sí: el Edificio España, uno de los más emblemáticos de la capital. En otros tiempos tenía viviendas, oficinas y tiendas; últimamente fue un hotel. Pero desde 2006 está completamente abandonado, lo cual es un enorme desperdicio de sus 65.000 metros cuadrados. Vaya pedazo de biblioteca que se podría construir ahí, por no hablar de otro tipo de espacios cívicos, oficinas para start-ups e incubadoras en pleno centro de la capital.
Irónicamente, okupas «mutantes» se anticiparon a la recomendación del presidente de Telefónica Europa y tomaron prestado el edificio que la multinacional tiene en la Plaza de España sin darle uso. Todo un ejemplo.
Y es que en la misma Plaza de España de Madrid hay cinco o seis edificios abandonados o semi-abandonados que están corriendo distinta suerte: básicamente son centenares de miles de metros cuadrados que no se usan para nada. Además de los que han sido okupados otros simplemente languidecen con sus ventanas rotas. En Internet los aficionados a los espacios urbanos se dedican a recopilar fotos, datos e historias sobre estos edificios, especialmente los rascacielos abandonados.