Ahora que se cumple el aniversario del famoso salto de Felix Baumgartner desde 38.900 metros de altura se han dado a conocer nuevos datos y este vídeo que combina todos varias de las cámaras -incluyendo la de primera persona- con los datos oficiales de telemetría.
También han salido a la luz detalles que se habían mantenido más o menos «en círculos reducidos», como que el problema del vaho en el casco --que le cegaba y casi echa por tierra el último salto-- o que un año antes estuvo a punto de palmarla en uno de los saltos de entrenamiento: perdió el arnés con el paracaídas y pudo salvarse al aterrizar con el de emergencia. En cada prueba surgía un nuevo problema, pero eso no les desalentó y al final consiguieron el objetivo.
Es curioso ver también el registro de la frecuencia cardíaca en pulsaciones por minuto (BPM). El momento en que más altas están es... justo antes del lanzamiento (por encima de 180) para luego ir bajando 175, 170, 160... Hasta que el saltador entra en la zona de «descontrol» en su caída tras romper la barrera del sonido y momentos después llega a pasar de 190 pulsaciones. Un par de veces el contador cae a cero, probablemente por un fallo de telemetría o del sensor, pero me imagino que a los que estaban siguiéndolo en directo no les hizo mucha gracia ver aquellos números.