Las personas somos muy malas valorando los riesgos, y peores todavía entendiendo y calculando cómo nos compensaría la cobertura pactada de un seguro. Algunos son mal negocio: seguros de vida para niños, seguros de impago, seguros de mascotas, seguros de gadgets o los seguros de vida específicos de algunos billetes de avión.
Hace tiempo escuché una larga lista de consejos de economistas y análisis de experiencias analizadas con todo detalle Stephen Dubner y Steven Levitt, los autores de Freakonomics, en su programa de radio en forma de podcast. ¿Sabías que en realidad el negocio de las empresas de seguros no es tanto los seguros en sí como utilizar el dinero que aporta la gente para invertir en «los mercados»? He rescatado algunos de los detalles que me parecieron más curiosos en una anotación sobre nuestra paradójica y anumérica relación con los seguros, en Sin vuelta de hoja, el blog de MásMóvil dedicado a las curiosidades e ideas sensatas.